James Wan, el director que ha reinventado el cine de terror en tres películas: "Saw", una película impresionante donde la trama no sucede más allá de una simple habitación sucia y mugrienta, "Insidious" que trata sobre dimensiones astrales y la misma "The Conjuring" con una trama más sobrenatural y demoníaca.
Wan nos trae esta vez una película donde la primera escena es un hospital donde hay un paciente un poco peculiar y no nos dicen nada sobre él. Al principio no nos enteramos de nada de lo que sucede, hasta que entra en pantalla Annabelle Wallis, la chica rubia de Annabelle (2014), pero esta vez está morena, una vez entra Wallis, la película nos empieza a presentar la historia de la protagonista y ahí empiezan a pasar cosas de verdad, más interesantes. La película se vuelve tediosa según avanza hasta llegar a la mitad donde se empieza a entender todo.
El final se convierte en una película indonesa de artes marciales hasta llegar al desenlace donde todo queda explicado. En resumen, al principio no se entiende nada y es muy tediosa pero vale la pena llegar hasta el final.