Si bien es una gran historia de amor y sacrificio, el hecho de que Hawking sea un físico extremadamente reconocido, no hace diferencia en este meloso largometraje. Debo admitir que mis cinco estrellitas de ahí se deben tan solo a que admiro a Stephen y su trabajo porque siempre he tenido interés en el tema, y también gracias a la excelente actuación de Redmayne, quien muchas veces nos engaña y nos hace creer que nos encontramos ante el legítimo Stephen Hawking.

No se esperaría menos de la autobiografía de su esposa, quién ve toda la situación desde un punto bastante mundano. Sinceramente me encantaría saber la visión que tiene el renombrado profesor del tema, me refiero a que si hubiera sido posible, y esto más bien es un capricho mío, interiorizar al protagonista y ver que es lo que pasa por esa brillante mente y por ese corazón de astrofísico.

Me parece un tema del que se pudo sacar más provecho, pero terminó siendo otra película cebolla, que surge y choca al público solo al ver al gran Stephen Hawking convertido en otra alma enamorada.