La primera vez que la vi no me agradó y hasta me pareció molesta. Había algo en ella que no me convencía y que incluso que daba grima. Con el tiempo he descubierto que es una de los largometrajes más tramposillos y sensibleros del cine. Aunque es entretenida y hasta interesante en su planteamiento de partida, la cinta cae en una serie de tópicos infumables, es maniquea y sensiblera. El trillado tema de los jóvenes rebeldes que se alzan contra orden establecido esta burdamente perfilado, y sin proponer nada a cambio. En cuanto al pretendido idealismo que proclama, todo queda reducido al ya clásico "carpe diem" , sin ninguna otra idea que lo sostenga. Como ya han señalado otras personas, no es más que un cuento de niños ricos jugando a ser rebeldes, todo ello aderezado con grandes dosis de buenismo y ñoñería cuyo único propósito es arrancar unas lágrimas al espectador.