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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
9
Serie de TV. Thriller. Drama Serie de TV (2008-2013). 5 temporadas. 62 episodios. Tras cumplir 50 años, Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de un instituto de Albuquerque, Nuevo México, se entera de que tiene un cáncer de pulmón incurable. Casado con Skyler (Anna Gunn) y con un hijo discapacitado (RJ Mitte), la brutal noticia lo impulsa a dar un drástico cambio a su vida: decide, con la ayuda de un antiguo alumno (Aaron Paul), fabricar anfetaminas ... [+]
4 de agosto de 2010
71 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginaos que sois un decente y trabajador profesor de química. Imaginaos que tenéis una mujer encantadora, un hijo minusválido, una hija en camino, una hipoteca y montañas de facturas. Imaginaos que os diagnostican cáncer de pulmón inoperable. ¿Qué haríais, hasta dónde seríais capaces de llegar para asegurar el futuro bienestar de los que amáis?

Walter White (Bryan Cranston) está dispuesto a todo, y con ello pone a disposición del lado salvaje de la vida su inabarcable talento como químico. Por estrambóticas e hilarantes circunstancias de la vida, acaba asociándose con un atolondrado y drogadicto ex-alumno, Jesse Pinkman (Aaron Paul), con el cual se dispone a "cocinar" en una caravana en medio del desierto de Nuevo México la metanfetamina más pura que haya conocido el mundo. A partir de aquí tendrá que lidiar con los peligros del mundo del crimen, con su cuñado de la DEA, con el desconocimiento de su familia, con un socio inestable que va a su bola y con el cáncer que le corroe. Casi nada.

Bien, estamos ante la que es probablemente la serie más insólita y destacable de los últimos tiempos. Una conjugación maestra de géneros: comedia negra, cine gansteril, drama existencial... que atrapa y fascina desde su primer episodio. Sus desarrollos son a veces pausados, a veces trepidantes; el tempo narrativo va en función de la historia y no al revés. La filmación bascula entre el clasicismo (esas panorámicas del desierto) y el montaje postmoderno (los pasajes de elaboración de la droga), ofreciendo un amplio abanico que abarca influencias desde el cine clásico al cine independiente. Secuencias que recuerdan a Scorsese, a David Lynch, a Tarantino, a Gus Van Sant... tal es su riqueza formal y conceptual.

Los actores son excepcionales, con mención especial a Aaron Paul como excelente bala perdida, opuesto a la personalidad del profesor, la magnífica actuación de Anna Gunn como la esposa Skyler White (sobre todo en su 3ª temporada) y el enorme Dean Norris como Hank, el policía ignorante de que el nuevo señor de la droga al que persigue es el cuñado con el que se toma las cervezas en las barbacoas domingueras.

Pero quien sobresale entre todos es un magistral Bryan Cranston como protagonista, en la que es una de las mejores composiciones que se hayan visto en la pequeña pantalla. El paulatino descenso a los infiernos de Walter está lleno de matices, grises y dualidades morales, en un tratamiento políticamente incorrecto, nada complaciente o aleccionador. El mal para conseguir un bien mayor, el azar, el absurdo, la violencia, los imprevistos, el desconocimiento de los códigos delictivos, el engaño de la doble vida criminal con la que intenta sacar a flote a su familia mediante malabarismos a vida o muerte en el día a día... una paleta de situaciones y devenires que pone constantemente a prueba su habilidad, su juicio y su propia alma; cuestiones que Cranston sabe transmitir con total credibilidad frente a la cámara.

(Acaba en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RandolphCarter
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