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Voto de RandolphCarter:
8
6,6
15.909
Romance. Drama
Leonard (Joaquin Phoenix) es un joven psicológicamente inestable que intenta recuperarse de su última crisis bajo la atenta mirada de sus padres. Inesperadamente entran en su vida dos mujeres: la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina que parece no encajar en un barrio tan anodino. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguna vez que otra en la vida, se nos presentan dos caminos incompatibles entre sí por los que podemos transcurrir y que sabemos, o deberíamos saber, que definirán el resto de nuestra existencia: entre dos ciudades, entre dos trabajos… o entre dos mujeres, como vemos en este notable drama sentimental, que no sentimentaloide ni romántico, a cargo del interesante James Gray.
En “Two lovers” asistimos al tour de force del protagonista, Leonard (Joaquin Phoenix), desafortunado joven que padece tendencias suicidas tras ser abandonado por su prometida tiempo atrás, el cual ahora vive bajo el techo, la vigilancia y la preocupación de sus padres. En una cena con la familia con la que su progenitor va a fusionar su negocio de lavandería, descubre cierta atracción por la hija del futuro socio, Sandra (Vinessa Shaw), con la que emprende una relación. Su afinidad con Sandra quedará supeditada al conocer a la nueva vecina, Michelle (Gwyneth Paltrow), de la que se enamora profundamente, pero claro, la vida no es tan simple como parece y ella lleva su propia carga...
Dicho así, parece un culebrón venezolano a tres bandas, pero nada más lejos de la realidad. James Gray compone una obra sobria y cruel, huyendo de temáticas y desarrollos complacientes con el espectador, mostrando a corazón descubierto y con una valentía inusual para el actual panorama hollywoodiense, la odisea de un hombre desolado en su interior al que la vida parece querer concederle una segunda oportunidad.
Esto es gracias a la excelente puesta en escena de Gray, que maneja la cámara con una elegancia y oficio encomiables, apoyándose en un guión sólido y visceral que huye de artificiosidades y va al fondo diseccionando el corazón de sus personajes; amén de unas interpretaciones de órdago, sobre todo a cargo de la Paltrow, Isabella Rossellini y la mil veces alabada masterclass de Phoenix, probablemente uno de los mejores actores de su generación.
No es un film de "usar y tirar" que se olvide al momento, sino que se agarra a tus entrañas por la fuerza, convicción y el tono veraz que transmite en todo momento. Una lección de buen cine realista, nihilista, duro y a contracorriente sobre la diferencia entre lo que parece que nos conviene y lo que en verdad deseamos.
En “Two lovers” asistimos al tour de force del protagonista, Leonard (Joaquin Phoenix), desafortunado joven que padece tendencias suicidas tras ser abandonado por su prometida tiempo atrás, el cual ahora vive bajo el techo, la vigilancia y la preocupación de sus padres. En una cena con la familia con la que su progenitor va a fusionar su negocio de lavandería, descubre cierta atracción por la hija del futuro socio, Sandra (Vinessa Shaw), con la que emprende una relación. Su afinidad con Sandra quedará supeditada al conocer a la nueva vecina, Michelle (Gwyneth Paltrow), de la que se enamora profundamente, pero claro, la vida no es tan simple como parece y ella lleva su propia carga...
Dicho así, parece un culebrón venezolano a tres bandas, pero nada más lejos de la realidad. James Gray compone una obra sobria y cruel, huyendo de temáticas y desarrollos complacientes con el espectador, mostrando a corazón descubierto y con una valentía inusual para el actual panorama hollywoodiense, la odisea de un hombre desolado en su interior al que la vida parece querer concederle una segunda oportunidad.
Esto es gracias a la excelente puesta en escena de Gray, que maneja la cámara con una elegancia y oficio encomiables, apoyándose en un guión sólido y visceral que huye de artificiosidades y va al fondo diseccionando el corazón de sus personajes; amén de unas interpretaciones de órdago, sobre todo a cargo de la Paltrow, Isabella Rossellini y la mil veces alabada masterclass de Phoenix, probablemente uno de los mejores actores de su generación.
No es un film de "usar y tirar" que se olvide al momento, sino que se agarra a tus entrañas por la fuerza, convicción y el tono veraz que transmite en todo momento. Una lección de buen cine realista, nihilista, duro y a contracorriente sobre la diferencia entre lo que parece que nos conviene y lo que en verdad deseamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De dudar en su elección, nada, como he leído en algunas críticas y en la propia sinopsis. Leonard pierde absolutamente la cabeza por Michelle de mala manera; él no se debate de ningún modo entre las dos mujeres, sino que mantiene la relación con Sandra a modo de comodín y por la situación familiar. Simplemente al final tiene que decidir, tras rechazarle Michelle, entre suicidarse en la playa (esa mirada perdida, esos pasos hacia el agua…) y acabar con su miseria o tratar de reconducir su desgracia casándose con Sandra.
Y elige la vida. No la vida que él quisiera, pero sí tristemente la única a la que puede optar, acabando con esa aparentemente romántica escena, que vista desde fuera sería la típica de un happy end de manual, la entrega de un anillo de compromiso, y que en verdad oculta en su interior la devastadora desdicha de su protagonista, que ha de “conformarse” con lo que le conviene, no con lo que desea.
Y elige la vida. No la vida que él quisiera, pero sí tristemente la única a la que puede optar, acabando con esa aparentemente romántica escena, que vista desde fuera sería la típica de un happy end de manual, la entrega de un anillo de compromiso, y que en verdad oculta en su interior la devastadora desdicha de su protagonista, que ha de “conformarse” con lo que le conviene, no con lo que desea.