Drama de rabiosa actualidad y que deja una impronta agridulce en el espectador: trata el tema de las agresiones sexuales, su ambigüedad legal y moral (fundamentada en el propio código de valores éticos del sujeto, su educación y vivencias) y, el sufrimiento que genera todo el proceso judicial derivado (tanto a la víctima, como al agresor).
El problema es su extenso metraje, meticulosidad, control excesivo del director y verborrea incansable y continua (que, aunque siendo un guión literario fundamentado y elocuente, no deja espacio al espectador para elaborar sus pensamientos y procesar las emociones).
Es un buen film, de excelente factura aunque algo frio y forzado, que conecta con el grave problema actual de las violaciones y/o agresiones sexuales (en este caso desde la ambigüedad) y que se relaciona claramente con las nuevas leyes europeas del "solo sí, es sí".
Interesante planteamiento que merece un visionado cuanto menos.