Probablemente cometeré una herejía al poner en duda los valores y grandes virtudes de este film que, todo dicho sea de paso, no consigo ver, ni entrever.
Entiendo el valor del lenguaje surrealista de Jean Vigo, su arrojo, valentía y su personalísima visión del cine.
Pero no encuentro nada brillante en esta película, ni a nivel técnico, ni a nivel dramático.
Intuyo una intención, un deseo de contar algo desde una nueva óptica surrealista y onírica, nunca vista antes (muy curioso la lúgubre y recargada ornamentación dentro del barco, la secuencia inicial de la boda-funeral, el tono de musical impostado, los gatos, etc).
Pero no trasciende el mensaje, ni la representación dramatizada sobre el amor, expuestos en el film. Se habla de poesía, pero la fotografía no es gran cosa, y las situaciones y secuencias no me conmueven nada en absoluto. Las interpretaciones, quitando a Simon, son de hastío y de frialdad extrema (con la excepción de algún momento puntual). El argumento, ciertamente es novedoso; una road movie en barco de luna de miel (aunque hay demasiado machismo, manipulación, celos y desprecio por parte de Jean), pero si los personajes y la historia no acompañan, es como remar hacia ningún sitio.
Esa es la desagradable y contenida sensación de esta película sobrevalorada (quizás por la muerte prematura de su creador), muy por debajo de la innovadora y mucho más transgresora "Cero en conducta".