Destaca por su ambientación y realismo. Una brillante puesta en escena que nos retrotrae a mediados de los 80 tras el telón de acero, en la Hungría comunista. Su guión es sencillo y trasmite al espectador sensaciones interesantes.
Como he comentado, la ambientación es excelente. Coches policiales de la época, vestuario, localizaciones que parece como si la serie hubiera sido rodada en 1985, nada hace pensar que es una serie de época hecha en pleno siglo XXI.
Los actores lo hacen francamente bien, bien dirigidos. Hábitos de las personas de aquella época, fumar, beber y demás comportamientos hacen de la serie una genial puesta en escena. Otras series como Deutschland83, El espia y The americans podrían hacerle sombra, pero en esta genial historia húngara lo que importa es el mensaje de una sociedad cansada de chantajes, corrupción e hipocresía. Muy recomendable y ansioso porque haya segunda temporada.