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España España · Madrid
Voto de Damarela:
10
8,0
70.692
Animación. Fantástico. Aventuras Con el fin de curar la herida que le ha causado un jabalí enloquecido, el joven Ashitaka sale en busca del dios Ciervo, pues sólo él puede liberarlo del sortilegio. A lo largo de su periplo descubre cómo los animales del bosque luchan contra hombres que están dispuestos a destruir la Naturaleza. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todas las películas de animación que pululan por las videotecas y ordenadores de todo el mundo, de todas las historias que ha dirigido el gran Hayao Miyazaki, “La Princesa Mononoke” (1997) es probablemente la más famosa y la mejor.

Ambientada en una época en la que convive lo tradicional con lo moderno, los samuráis con los soldados, el caos y el orden; surge una guerra que enfrenta ante todo a la Naturaleza contra los humanos.

Ashitaka, víctima de una maldición por querer defender a su pueblo de un jabalí con un espíritu corrupto, parte en busca de un remedio para salvar la vida. En su camino tropieza con el clan Tatara, fundidores de hierro, y su capitana, Lady Eboshi, enfrentados permanentemente con San, la Princesa Mononoke, una especie de Moogle oriental criada por lobos que lucha por evitar que el bosque sea destruido, y con él, sus espíritus moradores.

Mientras Mononoke pretende destruír la Ciudad del Hierro, establece una profunda relación con Ashitaka. Éste, en medio de dos bandos, ha de comprender a ambos y preservar lo que de bueno tenga cada uno.

¿Y por qué es tan famosa esta película?

Bueno, vamos a dar por hecho que no has crecido rodeado de la cultura japonesa, ni del mundo de la animación y que sencillamente no te van las películas que no sean de imagen real. Aún así, “La princesa Mononoke” es un clásico de visionado obligatorio para todos. Una joya atemporal con muchos secretos. Obviamente no pretendo desvelaros todos pero, al igual que me pasó con “Fruits Basket” o “Lo que el viento se llevó“, hay obras que, sencillamente, es complicado hablar de ellas y transmitir lo bellas y perfectas que son.

Y esta perfección comienza con su apartado técnico, puesto que marcó un antes y un después dentro de la animación japonesa. Es la primera película de Ghibli que incluye efectos digitales que están tan bien integrados que es difícil notarlos. La calidad y complejidad del dibujo está muy por encima de la media (sobre todo en escenarios) y el valor del diseño artístico está a la altura de todas las producciones de Ghibli.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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