Hiro Hamada es un adolescente inteligente e inquieto que, por una serie de circunstancias, establecerá un vínculo emocional muy fuerte con un robot llamado Baymax. Esta pareja tendrá que formar junto a sus amigos un grupo de “héroes” para poder luchar contra un mal que amenaza San Fransokyo.

Nos encontramos ante una película eléctrica, divertida, que aporta otro mundo y otros superhéroes a los habituales a los que estamos acostumbrados a ver. Visualmente es una maravilla que pide ojos inquietos para no perderse los detalles, homenajes y tesoros que guarda esta pieza.

Viendo la película es inevitable recordar “El gigante de Hierro” (1999), por el diseño de sus personajes pero también por la relación adolescente-robot, entre otros paralelismos. Disney ha sabido plasmar bastante bien el origen de los héroes y el villano, ya que estamos hablando de un mundo sin superhéroes; que en ciertos puntos coincide con “Kick-Ass“, cierto, pero sin ese oscurantismo y corrupción que posee el mundo (que es Disney, al fin y al cabo). También vemos a nuestro joven protagonista con “mascota” el revolucionar su mundo al estilo de “Cómo entrenar a tu dragón“. Con todo esto queremos decir que no es que revolucione ni el género superheroico, ni de aventuras, ni de cine familiar…pero, joder, la presentación es bonita, y hacen algo valiente (y un poco raudo para mi gusto, que es un mundo que, con la riqueza y barroquismo que posse se merecía más tiempo y contexto).

Son, para empezar, en lugar de héroes “mascados” un grupo de héroes jóvenes, que intentan crear algo nuevo al luchar contra algo más poderoso. Y es que eso se le notaba a Disney, las ganas de hacer algo que rememorara los tiempos de “Los Increíbles“, que quedaba ya muy lejana como éxito (pero, claro, es de Pixar). Pero ha salido algo diferente porque son el equipo creativo de “Frozen” y “¡Rompe Ralph!“. Supongo que con la idea de romper algunos moldes e intentar ver qué se puede hacer si se mezcla Disney y Marvel…y quitarnos el miedo en el cuerpo que nos produciría ver al ratón Mickey con las garras de Lobezno. Desde luego el resultado sería óptimo.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es