Esperaba con cierto entusiasmo la adaptación cinematográfica de esa excelente novela de Manfredi, pero verla fue una de las mayores desilusiones que he tenido. Obviamente, ni Aishwarya Rai ni Colin Firth la leyeron. De lo contrario, dudo mucho que se hubiesen prestado para protagonizar semejante estela de cine basura.
Por cierto, para los entusiastas de quemar viva a la gente, tal vez deberían saber que el cuerpo humano arde mal. Si el director o el guionista lo hubiesen sabido, no habrían escogido desaparecer al villano de la película de la forma tonta, predecible y aburrida que lo hicieron. En fin, es un file que rezuma tanta mediocridad, que dudo que todos los Razzie del mundo hubieran alcanzado para sepultarlo.