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Voto de YeraiM:
9
8,2
9.815
Drama. Fantástico
Japón, siglo XVI. Durante la guerra civil, los aldeanos Genjuro y Tobei pretenden hacer fortuna: Genjuro como alfarero y Tobei como samurai. Ambos dejan a sus esposas abandonadas para cumplir con sus ambiciosos sueños. La misteriosa Lady Wakasa, otra víctima de la guerra, se cruzará en el camino de Genjuro. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué es un hombre sin ambición? Se pregunta Tobei al inicio del metraje. Un hombre sin ambición no es nada, se contesta. La ambición y la competitividad, así como la codicia y la avaricia son sentimientos que están intrínsecos en lo humano. Siempre queremos más de lo que podemos soportar, recibir o dar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los protagonistas del film no se quedan atrás, Genjuro y Tobei quieren saciar su apetito ganando dinero fácil durante la guerra, con la difícil empresa de hacerse rico, uno vendiendo vasijas y cuencos, el otro de samurái.
Pronto se darán cuenta que la ambición compromete y ciega al hombre, en este caso a Genjuro y Tobei. Tan alejados se muestran de la razón que acaban sucumbiendo ante la desilusión provocada por la ambición y la avaricia.
Se muestran impertérritos ante la irracionalidad de la ambición, tan cegados por cumplir sus anhelos que dejan de lado lo realmente importante. Como se suele decir, la avaricia rompe el saco. Ésta vez no ha sido el saco, sino la propia integridad moral de los dos protagonistas.
La ambición acabó por robar los sueños y los anhelos de estos dos campesinos.
YM
Pronto se darán cuenta que la ambición compromete y ciega al hombre, en este caso a Genjuro y Tobei. Tan alejados se muestran de la razón que acaban sucumbiendo ante la desilusión provocada por la ambición y la avaricia.
Se muestran impertérritos ante la irracionalidad de la ambición, tan cegados por cumplir sus anhelos que dejan de lado lo realmente importante. Como se suele decir, la avaricia rompe el saco. Ésta vez no ha sido el saco, sino la propia integridad moral de los dos protagonistas.
La ambición acabó por robar los sueños y los anhelos de estos dos campesinos.
YM