Todo en este documental vale la pena, es interesantísimo y a la vez cálido y emotivo; desde cómo se origina la búsqueda y cómo la desarrollan en el documental, hasta la increíble historia de Rodríguez -una joya como artista y ser humano- y su maravillosa música (de gran influencia en el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica).
Personalmente, jamás se me ocurriría ver un film de este tipo, pero ayer -luego de leer las críticas en Filmaffinity- en youtube escuché a Rodríguez interpretando "Sugar Man", y me gustó tanto la canción que decidí verlo hoy. De verdad, más que recomendable así no sean amantes de este tipo de documentales, van a pasar unos minutos inolvidables en la sala de cine y les aseguro que lo recordarán por mucho tiempo (ojalá lo vean en cine, por el sonido y la pantalla grande, además merece pagar la entrada). Ahora quiero tener la música del tipo, es MÁGICA.