The Stand constituye una adaptación del que para mí es, junto con It, uno de los mejores libros de Stephen King: Apocalipsis o, como yo lo conozco por medio de una edición al español más antigua, La Danza de la Muerte.

Como lector que se ha leído dicha obra en varias ocasiones he de decir que la serie me gustó al verla por primera vez. En esta ocasión no hay cambios disparatados con respecto a la versión original, lo cual hoy en día es de agradecer. Tan solo se cambia el color de piel de uno de los personajes principales (Larry Underwood) y se convierte en paródico a otro que en el libro era bastante serio (Lloyd Henreid), pero nada que de por sí arruine la obra. La trama, en líneas generales, también es muy respetada y no presenta grandes distorsiones con la de la obra original: Una pandemia mundial (en este caso no asintomática) extermina a la inmensa mayoría de la población humana (o la de Estados Unidos, ya que, como es habitual en los guiones que nos vienen de ese país, apenas se menciona nada acerca de lo que está pasando afuera). Las personas que quedan se ven atraídas a través de sueños por dos figuras enigmáticas que compiten entre sí: una anciana benévola y un hombre maligno. Con el tiempo, se van formando dos comunidades, alejadas la una de la otra, entorno a cada una de las figuras. Las "buenas personas" conforman una pequeña comunidad pre-tecnológica, democrática y pacífica, mientras que los adeptos del hombre oscuro repueblan Las Vegas y crean un microestado totalitario y militarista dominado por la lujuria y los instintos más bajos. Esta comunidad conformada por lo peorcito de nuestra sociedad buscará destruir a la aldea de los buenos, mientras que esta última tendrá que encontrar la forma de defenderse de ella careciendo de armas y de tecnología, a la vez que tendrá que afrontar diversas traiciones internas.

Dicho esto, ¿cuáles son los problemas de esta adaptación? El que yo veo como fundamental es la confusión que genera el ritmo de la misma. La serie apuesta (al estilo de la novela de It) por la alternancia de eventos pasados y presentes, sobre todo en los primeros capítulos. A mí me costó al principio darme cuenta de cómo funcionaba el guion de la serie, ya que no se avisa del cambio de línea temporal entre escena y escena, pero dado que me conozco muy bien el libro me supe adaptar. El gran problema lo tienen quienes no son lectores, pues para ellos esto resulta en extremo lioso. He tenido oportunidad de darme cuenta de ello al revisionar la serie con alguien que no se había leído el libro. Y me resulta extraño que hayan decidido producir la serie así, ya que el libro es en todo momento lineal, y no hubiese costado nada hacer la adaptación siguiendo el patrón del libro. Estoy seguro de que no hubiese sido así de confusa y de que habría gustado más a mucha gente a la que no le ha gustado.

Para mí ese es el problema fundamental que presenta la serie. Se podrían añadir más cosas, como lo cutre que resultan algunos efectos especiales o la carencia de la profundidad psicológica que caracteriza en el libro a varios personajes (y estoy pensando fundamentalmente en Harold Lauder), pero creo que si se hubiese mantenido el ritmo lineal y ordenado del libro esta adaptación habría corrido bastante mejor fortuna. Una lástima.

En un principio le puse de nota un 7, pero, al volver a verla con compañía no lectora, pude tomar más consciencia del grave problema que presenta el ritmo y de la poca atracción que genera el seguir avanzando en la trama para aquellos que no la conocen de antemano, por lo que mi nota final es un 6.

Otra adaptación de King a la pantalla que no hace justicia a su gran obra.