La pequeña Anna llama a la habitación de su hermana. "Hazme un muñeco de nieve", le dice. Porque Elsa tiene un don: puede controlar la nieve y el hielo a su gusto. Pero esa mañana, intentando salvar a su hermana, le golpea con un rayo de hielo la cabeza. Sus padres apresurados piden consejo a los trolls. Estos curan a Anna, borrando sus recuerdos.

A partir de aquí, Elsa es recluida en su habitación, se cierran las puertas del palacio y se reduce al mínimo el personal. Anna no entiende porqué su hermana la evita. Cuando los padres de ambas fallecen, la soledad se acentúa aún mas. Hasta el día de la coronación, en el cual, por accidente, todo el poder de Elsa saldrá a la luz…

"Frozen" recuerda un poco a la historia de "Rainman": dos hermanos separados por el daño accidental que uno provoca en el otro. En ambos filmes, un hermano tiene un don que también es una maldición. Elsa no es autista ni cuenta cartas: posee una magia tan bella como temeraria que no sabe controlar, y es capaz de congelar el reino de Arendel.

Disney rompe con esta película varios mitos; es curioso que las críticas la cataloguen como clásica, cuando cuenta con un guión bastante original. Es una historia de princesas sin príncipes azules, y donde el bien y el mal no están claramente definidos. Las protagonistas absolutas de la trama son mujeres, pero no pasivas y pendientes del beso de un hombre como Blancanieves, Cenicienta y la Bella Durmiente: los hombres no juegan roles importantes en la trama.

Es un filme femenino y reivindicativo. Ahí está el videoclip "Let it go": Elsa cuenta como la han obligado a esconder lo que era, a ser una "chica buena". A esconder su corazón, que por fín se abre. Y comienza a experimentar con su magia, ve las maravillas que es capaz de hacer. Corre, arroja su guante y su capa. Suelta su pelo y da una patada al suelo mientras erige su castillo de cristal. Se asume tal como es. Y esa joven temerosa que comienza la canción acabará convirtiéndose en una hermosa y orgullosa reina del hielo.

Que no os engañe el trailer; este solo enseña la parte de aventuras y comicidad. Se trata de una obra más profunda de lo que parece a simple vista. Lo único clásico es la forma, pero el fondo de la trama resulta más complejo. En "Frozen", las chicas aún quieren ser princesas. Pero sin príncipes…