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Voto de Vito Corleone:
7
7,2
78.456
Thriller. Intriga. Drama
Irán, año 1979. Cuando la embajada de los Estados Unidos en Teherán es ocupada por seguidores del Ayatolá Jomeini para pedir la extradición del Sha de Persia, la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para rescatar a seis diplomáticos estadounidenses que se habían refugiado en la casa del embajador de Canadá. Con este fin se recurrió a un experto en rescatar rehenes y se preparó el escenario para el rodaje de una ... [+]
8 de marzo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando el Ayatolá Jomeini llega al poder en el Irán de 1979, el mundo (EEUU incluido) tiembla. Quizá, quienes más de cerca padecieron esta situación fueron los residentes de la embajada de EEUU en Irán. La multitud se agolpa a las puertas de dicha embajada exigiendo la extradición del Sha, refugiado en el país del norte. Desde dentro, la tensión se vive ante el inminente asedio...
Pero seis miembros, por encontrarse en otro edificio, lograr llegar a la calle y se refugian en la casa del embajador de Canadá. Mientras los ojos del mundo se mantienen expectantes con la crisis de los rehenes de la embajada, un agente de la CIA (Ben Affleck) debe ingeniárselas para sacar del país a los seis prófugos sin levantar sospechas. La moda cinematográfica de la época le dará una pista...
Los primeros minutos de "Argo" son brillantes; el pánico se apodera del espectador ante lo inevitable. También se agradece que Affleck introduzca al público en general intentando dar una explicación al odio de la población iraní. El odio puede ser un sentimiento negativo, pero no siempre es irracional. Y Affleck abunda en la autocrítica, aún desde su papel de agente de la CIA. Por cierto, el papel no le queda nada mal: no se luce, y debe mantener todo el tiempo la misma expresión (en ocasiones recuerda a Chuck Norris).
La película sigue su curso, relajándose luego con las divertidas intervenciones de John Goodman y Alan Arkin. Otro gran acierto del director es este cambio de clima y la ácida referencia a un Hollywood decadente. Es una pena que el filme decaiga en el tramo final apelando a convencionalismos. Y aquí el fallo también corresponde a Affleck. Si Affleck intenta ser irónico, es probable que no se le haya entendido. En todo caso parece más bien un guiño a la taquilla.
Sin embargo, "Argo" tiene muchos puntos a favor. El vestuario y la ambientación de la época son uno de ellos, así como la música, las referencias cinematográficas y los ya mencionados. Que merezca ser la mejor película de 2012, eso ya es otra cosa. Pero Ben Affleck sigue demostrando que mantiene un cierto nivel en la dirección, aunque sin llegar al de su ópera prima "Gonne, baby, gonne".
Pero seis miembros, por encontrarse en otro edificio, lograr llegar a la calle y se refugian en la casa del embajador de Canadá. Mientras los ojos del mundo se mantienen expectantes con la crisis de los rehenes de la embajada, un agente de la CIA (Ben Affleck) debe ingeniárselas para sacar del país a los seis prófugos sin levantar sospechas. La moda cinematográfica de la época le dará una pista...
Los primeros minutos de "Argo" son brillantes; el pánico se apodera del espectador ante lo inevitable. También se agradece que Affleck introduzca al público en general intentando dar una explicación al odio de la población iraní. El odio puede ser un sentimiento negativo, pero no siempre es irracional. Y Affleck abunda en la autocrítica, aún desde su papel de agente de la CIA. Por cierto, el papel no le queda nada mal: no se luce, y debe mantener todo el tiempo la misma expresión (en ocasiones recuerda a Chuck Norris).
La película sigue su curso, relajándose luego con las divertidas intervenciones de John Goodman y Alan Arkin. Otro gran acierto del director es este cambio de clima y la ácida referencia a un Hollywood decadente. Es una pena que el filme decaiga en el tramo final apelando a convencionalismos. Y aquí el fallo también corresponde a Affleck. Si Affleck intenta ser irónico, es probable que no se le haya entendido. En todo caso parece más bien un guiño a la taquilla.
Sin embargo, "Argo" tiene muchos puntos a favor. El vestuario y la ambientación de la época son uno de ellos, así como la música, las referencias cinematográficas y los ya mencionados. Que merezca ser la mejor película de 2012, eso ya es otra cosa. Pero Ben Affleck sigue demostrando que mantiene un cierto nivel en la dirección, aunque sin llegar al de su ópera prima "Gonne, baby, gonne".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La tensión final contrasta terriblemente con la expuesta al principio del filme. Si al comienzo se palpa la angustia y el realismo, al final todo es convencional. Las situaciones son forzadas, son demasiadas las coincidencias con las que tiene que topar el grupo para salir del país y todas se resuelven en poco tiempo. Tampoco hacía falta enseñarnos a los jeeps iraníes corriendo al lado del avión. Aquí la tensión ya se vuelve artificial.
Tampoco hacía falta el reencuentro del agente con su esposa, con la bandera americana de fondo. He leído por ahí que podía ser una ironía del director, pero el límite entre lo irónico y lo standar resulta difuso.
Aún así, toda la primera parte de la película resulta un ejercicio de buen cine. Y la historia resulta por lo menos atractiva. Además, considero una gran decisión el no subtitular el persa, ya que, sobre todo en la escena del aeropuerto, consigue mantenernos en vilo el diálogo entre el supuesto actor y el guardia de seguridad. Uno de los pocos momentos finales donde la tensión no resulta artificiosa. Y resulta por lo menos gratificante ese final en el cual un boceto de una película que no existió convive con el universo de "Star Wars".
Tampoco hacía falta el reencuentro del agente con su esposa, con la bandera americana de fondo. He leído por ahí que podía ser una ironía del director, pero el límite entre lo irónico y lo standar resulta difuso.
Aún así, toda la primera parte de la película resulta un ejercicio de buen cine. Y la historia resulta por lo menos atractiva. Además, considero una gran decisión el no subtitular el persa, ya que, sobre todo en la escena del aeropuerto, consigue mantenernos en vilo el diálogo entre el supuesto actor y el guardia de seguridad. Uno de los pocos momentos finales donde la tensión no resulta artificiosa. Y resulta por lo menos gratificante ese final en el cual un boceto de una película que no existió convive con el universo de "Star Wars".