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Voto de Vito Corleone:
5
Drama Tati, un joven de la provincia de Misiones, es un fan loco de Maradona, como la mayoría de los argentinos. A pesar de haber perdido su trabajo y de que su situación económica sea dramática, Tati no pierde su espíritu jovial. Cuando la televisión informa del internamiento de Maradona en la Clínica Suizo Argentina de Buenos Aires por un problema cardíaco, Tati decide viajar a la capital para hacerle entrega personalmente de una talla ... [+]
15 de abril de 2010
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
A modo de falso documental, se nos presenta a Tati Benitez, un joven animado y jovial, fanático de Maradona. Su vida da un vuelco cuando se queda sin empleo y, casi al mismo tiempo, su ídolo máximo es ingresado en una clínica por un problema cardíaco. En esos días, encuentra como por obra de la providencia una raíz con un parecido físico a Maradona de tal calibre, que decide cubrir el trayecto que va de Misiones a Buenos Aires para entregársela personalmente.

Entonces la película adquiere forma de road movie y Tati se encuentra con diversos personajes en su largo trayecto, que opinan sobre el parecido de la raíz con Maradona y a quienes la figura del crack del futbol no deja indiferente. Personajes pintorescos que llevan a cuestas la necesidad de creer...

La figura de Maradona siempre aporta un añadido aparte en cualquier historia; su nombre resulta atractivo ya de por sí y puede que incite a ver la película. También funciona la personalidad fresca del no-actor Ignacio Benitez y la espontaneidad del camionero brasileño. Y la historia es por lo menos interesante. Pero algo falla en "El camino de San Diego", y es que Carlos Sorín parece abusar de una práctica que tan buenas críticas le ha dado.

La utilización de no-actores es un recurso que han llevado algunas películas con buenos resultado (como "Ciudad de Dios"). Entre sus aspectos positivos se supone que dota de naturalidad a los personajes. Pero también cabe preguntarse: ¿qué mérito tiene el que un camionero interprete a un camionero?¿no es acaso mas meritorio el hecho de que un actor trabaje su personaje hasta convertirlo en un camionero?

Esto nos lleva a otra cuestión: la actuación es una profesión, que requiere trabajo y tiempo de preparación. Con este tipo de técnicas se cae en el riego de creer que cualquiera puede realizar el trabajo de actor sin la suficiente preparación. Es probable que un guardia de seguridad pueda hacer de guardia de seguridad, pero ¿puede hacer de actor?

En la película, perece que algunos diálogos no fluyen, como si los no-actores tuvieran que hacer un sobreesfuerzo para aprenderlos, lo cual choca con la naturalidad que pretende mostrar. En sí, la película está bien: la historia es buena y el personaje principal es carismático, aunque éste a veces queda opacado por los personajes secundarios. Y sorprende la actuación del no-actor Carlos Wagner La Bella. Pero el cine (y el arte) es artificio; gran parte de su mérito radica en hacernos creer que algo que no es verdad, lo es. Si para hacérnoslo creer pones a personajes reales, uno tiene la sensación de que el director hace trampa. Y si bien la técnica ha funcionado en ocasiones, se corre el riesgo de subestimar una profesión (la del actor) utilizando mano de obra no cualificada. Si el cine es ficción (y no documental) prefiero un actor haciendo de hombre sencillo, que a un hombre sencillo haciendo de actor.
Vito Corleone
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