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España España · Alicante
Voto de PabloJ:
7
Drama Un cuento moderno sobre la obsesión por la popularidad. Stafford Weiss es terapeuta y escribe libros de autoayuda. Tiene una mujer sobreprotectora, un hijo antigua estrella de la TV en rehabilitación y una hija que acaba de salir del psiquiátrico. La principal cliente de Stafford es una famosa actriz, a punto de interpretar el papel que hizo su madre en los años 60. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cronenberg habla de lo que le da la gana. Desde técnicas hipótesis sobre la telepatía al onanismo sobre ruedas. Desde una kafkiana narración sobre la metamorfosis a una cinta de gran profundidad psicológica protagonizada por Jung y Freud. Firme él mismo el libreto o no, nos ha contado sus historias a través de una gran amalgama de argumentos, cada cual más sorprendente y atípico, pero siempre desde su característica y singular diégesis cronenbergiana. Y es que la idiosincrasia narrativa del autor siempre se ha caracterizado por elementos como la ausencia del miedo a los tabúes, el uso del sexo como herramienta narrativa y no como algo ocioso y aleatorio, los sádicos clímax con los que le gusta poner punto y final a sus historias, o un tema principal que es en realidad el acrecentamiento o el nacimiento de un demente o de una o varias demencias. Siempre mezclando realidad con absurdidad, lógica con excentricismo.

Cronenberg habla de lo que le da la gana, y eso es lo que hace, de nuevo, en Maps to the Stars. Como no podía ser de otra manera, la historia de este largometraje gira en torno a su predilecta narración de la locura y sus variantes y consecuencias, en esta ocasión sirviéndose de Hollywood como entorno, causa, y motivo de algo de sorna (un Cronenberg que, siempre que ha podido, ha rehuído filmar en el país yanki, transportando todo lo preciso a los estudios en Canadá). Con la fórmula de vidas cruzadas, poco habitual en el autor, alecciona e ironiza sobre la vesania, la obsesión y el egoísmo de un niño creído de probable mímica bieberiana y de una actriz celosa y amargada, y de la inocencia de una desconocida y sorpresiva mujer y un chófer aspirante a actor/escritor, como los hay a millares por esos lares. Para ello David se sirve de sus platos típicos, las características anteriormente mencionadas, el menú habitual de la dieta diegética del autor. Este es el mayor punto fuerte de una película que no destaca por su ritmo vertiginoso ni por su atrapante intriga.

Todo ello con unas actuaciones fantásticas (incluso la de John Cusack). En la cúspide tenemos a Julianne Moore, uno de los principales motivos para ver la cinta, que brilla en un papel lleno de matices y personalidad con un resplandor tal que literalmente se come a todos los que se atrevan a compartir la pantalla con ella. También me veo obligado a destacar, quizás por un deber moral de justicia, la interpretación del odiado Robert Pattinson. Una vez más, con un nuevo y sólido argumento, nos vuelve a decir que aunque haya sido el protagonista de la archiconocida y criticada saga vampírica que catapultó súbitamente su carrera, que aunque haya sido el objeto de deseo de miles de fans gritonas e infantiles y un propósito mediático a nivel mundial, que a pesar de todo ello...vale como actor. Y no sólo eso, sino que resulta que incluso tiene mucha calidad (imprescindible verlo en The Rover).

Maps to the stars es, por tanto, una fábula puramente cronenbergiana, hecha, como la mayoría de su filmografía, para fans de su diégesis, siempre imperada por la originalidad, la mayor virtud de este cineasta. La coherencia del film es tal con respecto a su filmografía, divida en dos grandes grupos y separada por Spider, que los fans de éste se alegrarán al encontrarse con vestigios de su antigua filmografía. Incluso emplea y repite en varias ocasiones la palabra “flesh” (carne), quién sabe si como un autohomenaje a Videodrome. Y es que tras películas tan aptas para el público como Memorias del este o Una historia de violencia, se podría pensar que su cine estaba cambiando hacia un lado más convencional. Una mentira demostrada tras ver Maps to the Stars, que junto a Cosmpolis, gran incomprendida, nos demuestra cuán falaz es pensar que Cronenberg está dejando de ser Cronenberg.

http://12criticossinpiedad.blogspot.com.es
PabloJ
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