PRIMERA Y SEGUNDA TEMPORADAS:

-Tiene un material de base, el cómic de Joe Hill, que es una auténtica maravilla, como todo lo que sale de esa mente privilegiada del hijo de Stephen King. Atención a su cameo en la ambulancia en el último capítulo, es el tipo de barba y gafas.
-Tiene unos actores que sorprenden y para bien porque actúan desde la verdad, es decir cómo deberían actuar todos pero que muy pocos hacen y no nos resultan poco empáticos, desdibujados y forzados.
-Tiene una dirección que no solo es correcta sino que en ocasiones es buena, creando atmósferas, tensión, drama, momentos íntimos bien conseguidos y momentos coreografiados dentro de la casa que están muy bien. Hablaré de Vincenzo Natali más adelante.
-Tiene una producción magnífica, sin escatimar en gastos, una casa espectacular, todos las localizaciones son fantásticas, quizás el único pero son esos efectos especiales fantasmales que no tienen el nivel del resto, pero vamos es lo mejor de la serie.

Con todos estos mimbres debería haber sido una serie muy buena ¿no? ah, pero es que lo más importante de un producto audiovisual (ya sea serie, película o lo que sea) lo más importante es SIEMPRE el guion. Y el guion es ABURRIDO, estirado innecesariamente, con dramitas adolescentes que no vienen a cuento, el genial cómic entra de lleno en el terror surrealista de esas llaves y aquí te tienes que tragar dramones y tonterías durante minutos y minutos interminables hasta que aparece puntualmente de lo que va la historia (de hecho coge forma y ritmo y todo ¡¡en los dos capítulos finales!!! los dos dirigidos por Vincenzo Natali) por no hablar de muchas decisiones ridículas. Hacer regular un material genial solo para alargarlo (solo merecen la pena esos dos capítulos) y empeorarlo de esta manera debería estar penalizado con la cárcel.

La segunda temporada es tal cual era la primera, exactamente lo mismo que he escrito pero aún más aburrida y redundante y, al igual que en la primera, lo único que merece la pena son los dos últimos capítulos (también escritos -distintos a los de la primera- por la misma persona y dirigidos por el mismo director -¿por qué no se encargarán de toda la serie?). Estoy planteándome seriamente verme solo los dos últimos capítulos de la tercera y última temporada antes de que la cancelaran.

TERCERA TEMPORADA:

Pues menos mal que vi los primeros capítulos porque aquí cambiaron el orden de excelencia, los dos primeros son una maravilla, el primero de hecho es una obra maestra, lo mejor de toda la serie con diferencia hasta el capítulo 7. Esta temporada es lo que debió de ser la serie entera: se centran en las llaves, en las posibilidades terroríficas de éstas y sus combinaciones creando cajas dentro de cajas, realidades alternativas y juegos con el espectador, todo bajo un halo de ahora sí terror, el malo es mucho mejor y se olvidan de tramas que no paortaban nada, esos amoríos adolescentes, etc. Parece que va a decaer y derivar a lo que fue tras el final de la tercera, pero el cuarto (además de meter una buena dosis de risas que son muy bienvenidas) lo encauza otra vez hacia las paradojas y los enrevesamientos que sufren con la combinación de las llaves y los malos. La siete vuelve a ser una obra maestra (el guion escrito por el propio Joe Hill). Es una temporada que sí merece la pena y como estaban haciéndolo bien por fin, la cancelaron. Así con el capítulo ocho, que es la gran mierda pinchada en un palo con todo lo peor de la serie reconcentrado (sentimentaloide hasta la náusea y cerrando todo de manera insatisfactoria) se despidieron de malas maneras.

POSDATA:

Habría que meterles la llave-cabeza a los mandamases que deciden las cosas y entrar dentro para ver qué es lo que piensan, porque de verdad no se entiende nada. En esta serie y en casi todas las que se hacen, aquí en España y por lo que veo en buena parte del mundo. Y, de paso, meterles algo de cordura dentro y volver a cerrar la puerta.