De verdad, ¿era necesario? ¿es alguna vez necesario? ¿de verdad? ¿Es necesario que la inclusión (lo que ahora llaman "woke") esté destrozando absolutamente todo lo que toca? Porque así ha sido. No hay ni una sola obra que no hayan metido por la licuadora "woke" y la hayan destrozado de arriba a abajo, entonces... viendo lo visto ¿por qué siguen? Que la gente no va a verlo porque salga un negro en vez de un blanco, porque metas a una lesbiana en la trama, porque el personaje ahora además de gay sea hindú, que no. Que la gente lo que quiere ver son buenas historias y para eso hacen falta buenos guiones y no coger historias maravillosamente hechas, narradas, y destrozarlas metiendo esto y aquello a piñón, aunque eso la desvirtúe completamente. Como es este caso.
"Entrevista con el vampiro" es, con permiso de "Drácula", la mejor novela de vampiros que se ha escrito (solo puede rivalizar con los dos volúmenes siguientes de la saga, "Lestat el vampiro" y, sobre todo, "La Reina de los Condenados"), Anne Rice crea con sus "Crónicas Vampíricas" (sobre todo en estas tres obras de arte) un mundo, un universo fascinante y abigarrado, gótico hasta el desasosiego, oscuro, oscurísimo, lleno de tragedia, horror, misterio y fascinación. Los personajes son complejos, traumatizados (como Louis) o tremendamente libres (como Lestat y Claudia), con historias pasadas que se abren ante nosotros como cajas de Pandoras llenas de tenebrismo, ambientación y relaciones llenas de maldad, placer y sorpresas. Leer la saga es sufrir una inmersión en el vampirismo tan real y a corazón abierto que la huella que te deja es mucho más que unos colmillos en tu cuello y el vacío de tu sangre.
Dicho lo cual, siempre defiendo que una serie o una película basados en un libro (o ahora en esta época un videojuego) no tienen (ni deben) ser fieles al material del que proceden. La labor del guionista que adapta la obra debe solamente estar al servicio del lenguaje distinto que es el audiovisual. Me parece que pueden (y deben) ser totalmente disfrutables las dos creaciones, la original y la nueva.
Y dicho lo cual, esta adaptación es un INSULTO. Porque Louis aquí es negro, sí, pero porque además le desvirtúan completamente (más allá de que fuera un esclavista) con un carácter altivo y seguro de sí mismo, chulesco y absurdo, que rompe completamente con la fragilidad y la empatía que tiene Louis con lo que le rodea, con las personas humanas y con la tragedia que ha vivido y por la que busca morir y por la que Lestat se enamora, un vampiro que le encuentra en esa diatriba y que es lo opuesto a él. Padre e hijo, amantes, amados, necesitados uno de otro. Lestat es aquel que asume su maldición y la disfruta, aquel que es libre y salvaje y más "vivo" que cualquier otro ser que le rodea. Son la pareja antagónica perfecta. Aquí Lestat es poco menos que un tipo suave y frugal, irónico y más bien frío, un esteta ridículo. Entre uno y otro no hay química, ¿que los actores están bien dicen todos esos críticos a los que la productora debe de haber pagado muy bien? pues qué queréis que os diga, con estos personajes así perfilados y la relación que ahora tienen poco pueden hacer (y eso que no les comparo con Brad Pitt y un Tom Cruise inmenso en la obra maestra absoluta que es la adaptación en la película de 1994). Si la relación entre ellos no es de duelo, de disputa, de contradicción, de necesidad y admiración y amor a pesar de sus diferencias, si el descubrimiento de la vida ahora vampírica de Louis no va de la mano del Lestat que conocemos todo en la historia pierde la fuerza, el terror y el misterio que tienen. La PASIÓN.
Porque esa es la otra cara de la moneda, ¿qué han hecho con la trama? Han convertido una historia maravillosamente, deliciosamente oscura y llena de sorpresas constantes en un ABURRIMIENTO terrible. Nada tiene mucho sentido para los propios protagonistas pero menos aún para los que los estamos viendo. Trasladar la historia a 1910 para ajustar al personaje ahora negro de Louis nos quita de un plumazo esas plantaciones del Nuevo Mundo, de esa Nueva Orleans de siglos atrás, llena de magia, supersticiones, oscuridades y maldad en el ambiente en el que los vampiros son los demonios de la gente negra, en el que Lestat y Louis deambulan como condenados, en la que ellos se mezclan con los ricos blancos y sus fiestas depravadas y decadentes, entre maquillajes y perversiones y actúan como maestros de ceremonias y cazadores de viejas condesas, jovencitos o prostitutas por igual, ante la culpa de Louis, ante la risa de Lestat.
En fin, que otra vez (una más, y mira que ya me habían destrozado una historia de mi infancia que amaba con locura, Willow, y otra de juventud que lo mismo, Watchmen) me vienen destrozando las historias que más he querido en mi vida.
¿Pero no iba a ser la propia Anne (recientemente fallecida, aunque estoy seguro que es una mentira y está viviendo en la noche) y su hijo Christopher los productores y showrunners de la serie cuando anunciaron su venta? Yo no los veo por ningún lado. Tantos años esperando este momento y vaya patada traicionera. No es justo. No me hagáis ésto, malditos.
¡Oh, Lestat, mi amado Lestat! Muérdeme, sacia tu sed con mi sangre, conviérteme en un monstruo torturado, quiero acompañarte de nuevo por el Nuevo y el Viejo Mundo, pero lo más lejos posible de esta nueva época ridícula del siglo XXI. Si tuviera delante a los creadores de estas mamarrachadas los mordía pero con ansia viva hasta dejarles sin una gota de sangre. Aunque parece que mucha no tienen.