Me animé a ver esta película debido a la maquinaria propagandística de Mediaset. No he terminado de verla, porque me aburría solemnemente. Recargan la peli de problemas familiares y de traumas no superados, cuando una película dirigida a niños debería ser alegre, imaginativa y divertida. Ya tendrán tiempo de reconocer los rencores, los malos modos y la falta de inteligencia emocional.

A nivel técnico me parece correcta, pese a que la proporción de la cabeza de los personajes se les haya ido de las manos.

Por favor, dejad a los niños ser niños.