Uno de los problemas del cine actual es que los guionistas no han sabido adaptarse a los tiempos que corren. Hay historias que han quedado obsoletas debido a que hoy en día todos llevamos en el bolsillo un pequeño artilugio que te permite llamar por teléfono en cualquier momento y desde cualquier lugar, sacar fotografías y vídeos y enviarlos, saber la ubicación exacta, etc. Con un aparato así, fastidias un altísimo porcentaje de los guiones escritos hasta la fecha. También esta película, que cambiaría muchísimo con el simple hecho de haber sacado unas fotos a tiempo.

La verdad es que la película consigue una atmósfera viciada desde el momento. La historia va avanzando y sigue siendo siniestra. El terror psicológico surge efecto y el espectador está inquieto.

No conocía a la protagonista, Clémence Poésy, y para mí ha sido una sorpresa ver a una mujer que siendo bella rezuma naturalidad. Sus facciones no son perfectas, tiene manchas en la cara y los dientes un poco torcidos, y sin embargo se ve preciosa. No es el tipo de mujer a la que se dan papeles protagonistas.

La peli no está mal, pero me gusta más 'La mano que mece la cuna', que fue la primera que vi de esta temática, con una Rebeca de Mornay realmente chunga. Conociendo esa película, a esta otra se la ve venir.