A todo el mundo le gusta las películas de venganza, de tomarse la justicia por su mano cuando el juzgado no resarce a las víctimas. Con ese punto de partida, y teniendo en cuenta que últimamente no ha habido películas de este tipo, hay que reconocer que Raúl Arévalo ha tenido buen ojo. Y para ser su ópera prima, ha hecho un buen trabajo.

Los actores hacen interpretaciones correctas. No me ha gustado el filtro utilizado para la fotografía, un gris que lo ensucia todo. Entiendo que los colores vivos no le pegan al drama, pero es que cuando salen cuerpos desnudos, parecen que están muertos.

En mi opinión es una buena película para pasar el rato, por encima de la media, pero también fácilmente olvidable.