Dicen que cuando Sergio Leone entregó a los productores una película de casi cuatro horas y con flashbacks y flashfowards, estos se llevaron las manos a la cabeza y decidieron recortarla a 132 minutos y ordenarla cronológicamente. Eso la convirtió en un bodrio infumable detestado por crítica y público.

Yo he visto la versión con el montaje original de Leone. Tiene buenos momentos y escenas cuidadas al detalle, pero para mi gusto es demasiado larga y tampoco es que cuente nada de otro jueves. El final es terriblemente sensiblero, y el desorden cronológico pasa factura tras 4 horas de película.

Sus puntos a favor son las buenas actuaciones, la música (no la de Morricone, si no toda la demás), los momentos de tensión, y el glamour que se respira en toda la cinta. Para ser en la niñez unos chavales muertos de hambre visten sin rodilleras ni coderas en los trajes.

Para los americanos que vean reflejada una parte de su historia (de ellos mismos o sus familias) será una maravilla de metraje, pero para mí la dejo en "pasable".