Cualquier videoaficionado cuando graba hace planos largos. Luego al montar el vídeo, ya cortará lo que sobre. Y si encima está rodando alguna secuencia con acción, entonces no separa la cámara de los protagonistas ni un segundo ¡Para una vez que graba algo interesante! Eso es lo que falla en este falso documental, que la acción está en un troll y sin embargo el cámara deja de enfocarlo para volverse para grabar los comentarios estúpidos de sus amigos. Y no creo que haya ni un solo plano que dure más de un minuto seguido, sin cortes. A la larga eso cansa.

Aparte de eso, la historia se deja ver, sin ser una maravilla. Los trolls no son los de 'David el gnomo' pero se les parecen bastante (aunque se parecen más a los comepiedras de 'La historia interminable').

Tiene algunos fallos de guión/grabación, como la última parte, donde luchan contra un troll gigante pero se nota que ya ha amanecido (y por tanto, el troll debería convertirse en piedra), o con la chica musulmana (la nueva cámara), que está totalmente ausente desde que es presentada.

Historia aparte, la fotografía es fantástica. Da una visión completa de los distintos paisajes de Noruega, algo que la mayoría solo conocemos por 'Callejeros viajeros'.

En resumen: es entretenida, incluso curiosa, se deja ver, pero tampoco es un peliculón.