Mi primer contacto con Elvira fue con un juego de ordenador de los 90, en el que ella apenas aparecía unos instantes en la presentación. Poco después alquilamos esta película en el videoclub, y con los ojos de aquel jovenzuelo adolescente, aquella fue una comedia tonta donde salía una tetona enseñando canalillo, totalmente prescindible.También me quedó la impresión de que me había asomado a una ventana a la cultura yanki y había visto un personaje extravagante local. Una especie de 'Alaska' española, pero presentadora de pelis de terror en lugar de programas juveniles.

Así que anoche empecé a ver la película sin esperar mucho de ella, para terminar redescubriendo una pequeña joya ochentera total. El personaje de Elvira, interpretado por Cassandra Peterson, es delicioso. Comienza dando la impresión de ser una fulana sin cerebro que sólo quiere triunfar en Las Vegas, para desarrollar un personaje lleno de matices, de humor picarón y de sensualidad. Elvira es desenfadada y pizpireta.

La trama se parece a 'Footlose', que es 4 años anterior. Tras recibir un comunicado de una herencia, Elvira se traslada a un pueblo mojigato donde los jóvenes viven cohibidos por la presión y la moralina de los adultos.
La peli no es más que un vehículo para exhibir a Elvira y sacar provecho del tirón mediático. Cassandra tenía 37 años en el momento del rodaje, y luce un cuerpo de infarto. Y aunque este es el gran aliciente del film, también es cierto que están cuidados todos los detalles y que no estamos hablando de un subproducto de serie B.

A la vista está que esta peli es un mero entretenimiento que no trascendió más allá de llegar a los videoclubs, pero yo he disfrutado mucho volviendo a verla. Se podría decir que me lo he pasado teta.