Vale, a un tío le dan drogas, lo meten en una cámara frigorífica de muertos, ¿y se materializa en el futuro? Perdonadme, pero cuando digo que me gustan las pelis de ciencia ficción, espero que tengan mucho de ciencia, y poco de ficción. Y si al menos la acción hubiese sido trepidante, habría cosas que hubiese pasado por alto, pero es que la peli es más lenta que el caballo del malo.

Una de las claves de las pelis de viajes en el tiempo es crear paradojas que te dejen con el culo torcido. Aquí las que hay son de risa. Ni siquiera son paradojas, porque plantean una línea del tiempo casi inalterable. Sólo la modifican para crear artificialmente un final feliz.

El único acierto de la peli es tomar como protagonista a Adrien Brody, porque realmente le pega el papel de muerto. El tío parece que se va a morir de un momento a otro. Siempre.

La peli entretiene, pero para los amantes del género es demasiado floja, y no termina de convencer.