Tom Cruise se apunta al carro de tipos superduros y con habilidades sobrehumanas entre las que se encuentran zurrar él solito a cinco tipos, memoria fotográfica, puntería milimétrica y capacidad de deducción propia de Sherlock Holmes.

No es el primero ni va a ser el último. Hay actores que han basado su carrera en papeles así, como Steven Seagal, Jason Statham, Wesley Snipes,... la lista sería demasiado larga. El problema es que Tom tiene 50 años, mide 1'70 y aunque está en forma tampoco es ningún forzudo.

El argumento coge de aquí y de allí, y aunque correcto, carece de cualquier originalidad. Lo que más gracia me ha hecho ha sido esta minimafia rusa, compuesta por un viejo y dos secuaces, y otros dos más que salen al final para hacer bulto.

Se deja ver, pero a estas alturas uno espera más de una película de Tom Cruise.