El dar ése salto a una animación revolucionaria implica sacrificios y propiciar un acuerdo mutuo entre los cuatro liverpulianos con la mano del dibujante Al Brodax. Trazar una historia psicodélica, colorida, implosivos ademanes dejados por los habitantes de Pepperland y una aglutinada ración de dementes de Blue Meanies lo hacen un intento curvilíneo de tratar de emular a los dibujos mágicos y existencialistas que estaban en pleno auge. No creo que sea una animación ligada a lo Max Headroom ¡Ni siquiera existía en ese tiempo! más bien usa las bases de Hanna Barbara con las adaptaciones de los cuentos de Esopo por los creadores de Rocky y Bullwinkle. La primera vez cuando la ví, me quedé boquiabierto, es llevar una vida mucho más megalónica, espaciosa y fantástica de como un mundo de música está dominando en balanzas de amor y paz, resurgir a los Beatles en su último intento de estar más unidos que nunca, más allá de que sus primeros conflictos por el ego comenzaban a tomar forma.

De aquellos pequeñines que reconocen con las justas sobre este grupazo, es recomendable que den el primer paso con esta animación de culto.