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Voto de Ivan CV:
9
7,9
3.315
24 de enero de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mayores coronas del arte cinematográfico, compuesta por el eminente Fritz Lang. Autor de otra tanda de obras como "Metrópolis", "Perversidad" o "Los sobornados". Aquí, el retrato a enmarcar (desde sus primeras incursiones), es el enigmático e impasible en su frío tratado un hombre que manipula el azar de otros. Un criminal. Que aboga por la turbación en sus intervenciones de ocio mediante... vamos a decir argucias mentales.
Lang, ya en temprano inicio, muestra un dominio con el soporte de luz excelente. Contraluces y sombras. Una labor de cámara brillante, y un control en su puesta en escena delicioso. El atronador y magnético pulso sonoro que conduce la elaborada elipsis desemboca en varias secuencias de quitarse el propio sombrero, dentro de su orquestada narrativa. Y veo tal asunto un trabajo muy bueno.
A reivindicar, y con entusiasmo, el libreto que escribió Thea von Harbou, la guionista de este celuloide que catapultó a Fritz Lang en la liga de los grandes, con esta pieza del cine mudo.
Este, sí es un ejercicio de gran calibre.
Son algo más de 4 horas y tres cuartos de proyección, dividido en dos partes claramente diferenciadas (pues así, decidió* el propio Lang para evitar el recorte de metraje en su exhibición en cines, y honestamente, tampoco me parece una mala idea debido a su duración); en ambas, 6 actos encadenados y siguiendo un único patrón bien marcado, el desarrollo argumental del protagonista. La segunda, diría más bien ajena al personaje del doctor Mabuse, enfocada en los vaivenes de los secundarios que adquieren más peso y estructura narrativa, obviamente siempre diezmados por nuestro principal, pero con mayor músculo colectivo en el subrayado.
El complot secundario queda más unificado por el aporte, ya sumergido en clave del género policial, del cineasta barajando las grandes dosis de investigación que nutre con eficacia el estrechamiento del cerco advirtiendo la desembocadura de su final.
Se percibe la gigantesca sombra interpretativa de una femme fatale muy notable, una labor de contrincantes suma, y ahora en esta finalizada parte un errático e inestable doctor ofrece uno de los mejores momentos que he visto.
Es una película que debe verse con atención, con calma, y en noche adecuada si es posible. No es grata para cualquier paladar, porque cuesta digerir. Y esa es mi opinión.
El expresionismo alemán contiene mucha estructura, y ésta es una de sus piezas.
Fritz Lang es un maestro.
Lang, ya en temprano inicio, muestra un dominio con el soporte de luz excelente. Contraluces y sombras. Una labor de cámara brillante, y un control en su puesta en escena delicioso. El atronador y magnético pulso sonoro que conduce la elaborada elipsis desemboca en varias secuencias de quitarse el propio sombrero, dentro de su orquestada narrativa. Y veo tal asunto un trabajo muy bueno.
A reivindicar, y con entusiasmo, el libreto que escribió Thea von Harbou, la guionista de este celuloide que catapultó a Fritz Lang en la liga de los grandes, con esta pieza del cine mudo.
Este, sí es un ejercicio de gran calibre.
Son algo más de 4 horas y tres cuartos de proyección, dividido en dos partes claramente diferenciadas (pues así, decidió* el propio Lang para evitar el recorte de metraje en su exhibición en cines, y honestamente, tampoco me parece una mala idea debido a su duración); en ambas, 6 actos encadenados y siguiendo un único patrón bien marcado, el desarrollo argumental del protagonista. La segunda, diría más bien ajena al personaje del doctor Mabuse, enfocada en los vaivenes de los secundarios que adquieren más peso y estructura narrativa, obviamente siempre diezmados por nuestro principal, pero con mayor músculo colectivo en el subrayado.
El complot secundario queda más unificado por el aporte, ya sumergido en clave del género policial, del cineasta barajando las grandes dosis de investigación que nutre con eficacia el estrechamiento del cerco advirtiendo la desembocadura de su final.
Se percibe la gigantesca sombra interpretativa de una femme fatale muy notable, una labor de contrincantes suma, y ahora en esta finalizada parte un errático e inestable doctor ofrece uno de los mejores momentos que he visto.
Es una película que debe verse con atención, con calma, y en noche adecuada si es posible. No es grata para cualquier paladar, porque cuesta digerir. Y esa es mi opinión.
El expresionismo alemán contiene mucha estructura, y ésta es una de sus piezas.
Fritz Lang es un maestro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
*No sabría decir hasta qué punto Lang decidió o no ése recorte en cines...me huele mucho a productoras al acecho.
Mencionar también los disfraces que emplea el protagonista para su camuflaje y proseguir con sus andaduras. Un maquillaje de diez.
Mencionar también los disfraces que emplea el protagonista para su camuflaje y proseguir con sus andaduras. Un maquillaje de diez.