Es decir, un buen guión, una cámara bien plantada y unos actores haciendo un buen trabajo. Muchas veces se nos olvida que el cine es esto, y todo lo demás (presupuestos de 200 millones de $, bombardeos de mercadotecnia, Michael Bay, etc) son solamente añadidos que no suelen tener un valor artístico; en ese sentido, Robot & Frank es una obra modélica, perfecta en su sencillez. Partiendo de un argumento que podría haber firmado Asimov, siempre dispuesto a explorar las relaciones hombre-máquina con un punto de vista benévolo y optimista, Frank Langella compone un papel perfecto en cada expresión y en cada movimiento, hasta el punto que es dificil concebir la película sin él. Considero un gran acierto el tratamiento dado al robot, pues partiendo de lo ajustado del presupuesto, optan por un diseño minimalista muy aceptable para el espectador (en la linea del Asimo de Honda), y que es perfecto para que el entremos en la ficción sin perdernos con detalles ni acrobacias visuales accesorias. Con ellos dos, y un buen reparto de secundarios, una trama sencilla sobre el papel acaba siendo una magnífica reflexión del proceso de envejecer, del significado de la memoria y de las necesidades humanas de comunicación. Pues eso, muy recomendable.