Y así acabó la gran obra reciente del terror victoriano. Después de tres temporadas he de decir que las sensaciones son un poco contradictorias e intentaré dejar una argumentación clara que invite (o no) a descubrirla.

- Muy a favor: Eva Green y su Mrs Vanessa Ives quedarán como uno de los grandes personajes de la edad de oro de las series. Está sencillamente increíble y aprueba con nota todas las penurias que el guión exige. El elenco de secundarios es dispar, pero deben destacarse a Dalton como un imponente remedo de Allan Quatermain y a un Rory Kinnear conmovedor. La recreación de la época victoriana es sencillamente primorosa, así como la atmósfera malsana.
- A favor: el libreto es, salvando las distancias, un homenaje/plagio de The league of extraordinary men de Allan Moore, una kermés loquisima de personajes clásicos de la literatura de terror del siglo XIX. Todos son mezclados con bastante astucia y en este sentido el resultado es satisfactorio, con varias tramas que convergen y se separan en una danza macabra.
- Y una pega: las dos primeras temporadas son de un altísimo nivel y algunos capítulos directamente antológicos. Se explora la psicología de los personajes, se crean mitologías y se adereza todo con varios momentos WTF deliciosos. Ahora bien, la tercera temporada, que cierra definitivamente las tramas, es mejorable. Da la sensación de que John Logan y su equipo de guioinistas sabían como querían bajar el telón pero no han sabido rematar todos los detalles, con alguna vía muerta y rompiendo el tono anterior.

¿Desmerece esto último al conjunto?. En mi caso, que me pirro por todo lo victoriano, ha merecido mucho la pena, y al ser solamente tres temporadas creo que es una buena experiencia.