... aquella que si se la meten chilla y si se la sacan llora. Esta tontería quiere expresar que, obviamente, Moulin Rouge es increiblemente tramposa y visualmente gargantuesca, pero en muy pocas ocasiones un engaño tan obvio es capaz de alcanzar tal inspiración. Y es que todos los elementos de esta película están en estado de gracia, desde una Kidman estratosférica a un guión agil, pasando por una parte musical muy pertinente y un Baz Luhrmann tan deshinibido, tan festivo, que acaba acertando en todo lo que hace. De hecho, yo diría que es una perfecta actualización del musical al nuevo siglo y con una... "magia" que no es frecuente. En de finitiva, un placer culpable, y a mucha honra.