Tarde de domingo y con pocas opciones; he decidido entrar a ver Más allá de las nubes en el Centro Cultural Universitario, una elección apoyada por una sinopsis interesante y prometedora para el ocio que prevalece en el día más aburrido de la semana. Ha pasado una hora y no he dejado de bostezar; la persona con la que iba tratando de animarme y encontrarle el lado positivo al trabajo.

Escenas pausadas con erotismo, pero aburrido y sin ánimo; tramas separadas sin decisión y mucho menos firmeza; definitivo sigo bostezando, nunca logré ver el clímax avasallador que lograra obtener de mi interés. De la pareja indecisa a la asesina impune, de la criminal al trío de caprichos y conformismo y por último de éstos a la puritana mujer asidua a la iglesia. ¡Qué flojera!

Pudiendo sacar grandes momentos de cuatro historias, se nos entrego un somnífero repentino.

No hacer caso de la categoría de arte que muchos le dan.