FA
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Voto de Coleccionista Visual:
7
3 de enero de 2018
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Un excelente ejemplar del subgénero mockumentary, el cual se propone inicialmente mostrar el diario acontecer de un chofer dedicado a la conducción de un mototaxi en la Ciudad de Mumbai. Narayan, es el nombre del protagonista, quien conduce algunas horas al día y por momentos debe lidiar con gente un tanto indispuesta al contacto verbal con él debido a la desconfianza sembrada por el mismo entorno o bien por el estrés generado entre el tráfico, característico de esta urbe.
Así los jóvenes directores van con cámara en mano tras él a lo largo de algunas semanas, y escudriñan un entorno social y familiar por demás hostil, los cuales le coartan constantemente cualquier expresión de tipo afectivo - emocional que a la larga mermarán todo escrúpulo y/o sentimientos de culpa y dar paso a la ira contenida.
Como es de suponerse el proyecto se apega a un contexto adverso, donde no sólo Narayan a simple vista es participe de actos cuestionables, los mismos cineastas pierden la brújula entre lo moral y ético contra el deseo de reconocimiento, todo gracias a que su protagonista inesperadamente se convierte en presa de sus impulsos y da material oportuno para las demandas de un público ávido de contenidos explícitamente violentos.
Por momentos Autohead hace una remembranza a su contemporánea y connacional Raman Raghav 2.0, ya que ambas películas traen implícita la crueldad extrema, sin embargo, ninguna de las dos opta por el recurso de lo explícito y siempre se mantienen en la línea sugerente de los hechos atroces.
Ejemplar de autocrítica del cine social, inmóvil y de apreciación.
Así los jóvenes directores van con cámara en mano tras él a lo largo de algunas semanas, y escudriñan un entorno social y familiar por demás hostil, los cuales le coartan constantemente cualquier expresión de tipo afectivo - emocional que a la larga mermarán todo escrúpulo y/o sentimientos de culpa y dar paso a la ira contenida.
Como es de suponerse el proyecto se apega a un contexto adverso, donde no sólo Narayan a simple vista es participe de actos cuestionables, los mismos cineastas pierden la brújula entre lo moral y ético contra el deseo de reconocimiento, todo gracias a que su protagonista inesperadamente se convierte en presa de sus impulsos y da material oportuno para las demandas de un público ávido de contenidos explícitamente violentos.
Por momentos Autohead hace una remembranza a su contemporánea y connacional Raman Raghav 2.0, ya que ambas películas traen implícita la crueldad extrema, sin embargo, ninguna de las dos opta por el recurso de lo explícito y siempre se mantienen en la línea sugerente de los hechos atroces.
Ejemplar de autocrítica del cine social, inmóvil y de apreciación.