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España España · Corella
Voto de marcus:
6
Fantástico. Aventuras. Acción En los tiempo oscuros, la magia era un arma. El amor un misterio, la aventura estaba en todas partes... y los dragones eran reales. En las postrimerías de la Edad Media, un rey ha hecho un pacto con un dragón, por el cual el soberano le sacrifica vírgenes, a cambio de que la bestia no moleste el reino. Un aprendiz de mago, para salvar a una dama, se enfrentará al temible dragón. (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
2 Oscars (Banda sonora y Efectos visuales) avalan esta curiosa pieza cinematográfica que pasó inadvertida allá por el año 1981. Matthew Robbins dirigió y guionizó bajo la producción de Disney y la Paramount un film que supo aprovechar la esencia de los libros de Tolkien para transmitir una época de fantasía en la que los Magos y Dragones se enfrentan en la inmortal batalla del bien contra el mal. En Dragonslayer, el último Dragón de su especie asola el reino de Urlan sembrando el pánico entre llamas de fuego. Para aplacar la ira del monstruo, el monarca de Urlan crea un sorteo del que forman parte todas las doncellas del reino que hará que las elegidas cada cierto tiempo se sacrifiquen por su pueblo. Para evitar el sacrificio de las inocentes y en un intento de acabar con el Dragón y las injusticias impuestas por el rey de Urlan, una partida de campesinos emprenderán la búsqueda del mago Ulrich. Con una estimable dirección artística que refleja tiempos de mitos, leyendas, magos, cuentos de hadas y tiempos de capa y espada, Dragonslayer se rodó en los prestigiosos estudios Pinewood y en exteriores de bellos parajes británicos. Mención especial merece la creación del portentoso y atemorizador Dragón de cuyo diseño se encargaron los artístas en F/X Dennis Mauren y Phil Thippet (Starwars, Parque Jurásico, entre otras maravillas..) que conformaron una criatura que se adecúa al imaginario colectivo que se tiene del monstruo volador: Una bestia escupefuego plagada de escamas y excrecencias verrugosas, de membranas aladas que se unen a sus brazos, con un hocico afilado encorvado, larga cola y armado con afiladas garras. Innovaciones visuales a través de diferentes planos del Dragón (creadas de manera específica para el film) contribuyeron a la buena impresión que me produjo 'el mostruo' la primera vez que lo vi. En los planos cortos las maquetas y la hidráulica, y en los planos generales la pionera técnica del 'Go-Motion' se utilizaron en el inmenso ser volador que vomita fuego. Este Dragón me resultó nostálgico a la par que atractivo, atrayendo a mi mente las películas en las que participó el desaparecido Ray Harryhausen (Jasón y los Argonautas y Furia de Titanes entre otras). Un jovencito e imberbe Peter MacNicol (Cazafantasmas 2, Ally Mc Beal, Bean) es el encargado del personaje de aprendiz de mago tan impetuoso como aventurero, que fue el elegido para protagonizar la película de Robbins acompañando a Sir Ralph Richardson en el papel del excéntrico hechicero Ulrich además de una pequeña aparición del actor Ian McDiarmid (el malvado Lord Darth Sidious de Starwars) interpretando a un predicador. La película con unos efectos especiales de añeja calidad se aprovechó de una excepcional banda sonora compuesta por el gran Alex North (Espartaco), en la que fue su última obra. Dragonslayer es pues una acertada película de principios de los 80's que pasó desapercibida en su época y que por méritos tanto técnicos, visuales como musicales conviene revisionar para rememorar los tiempos en los que soñábamos en nuestra niñez con cuentos en los que aparecían gigantescos dragones y mágicos nigromantes. Una película de cuento de hadas, dragones y magos.
Más info en: cristobalcine.jimdo.com
marcus
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