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España España · Valencia
Voto de Tonib:
3
Fantástico. Drama. Romance. Thriller En un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente alejados. La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins), que trabaja como limpiadora en el laboratorio, cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2018
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado se generalizó un tipo de cine bastante absurdo denominado de "destape". Consistía en forzar el guión para que, cada dos por tres, se paseara una "vedette" reconvertida a actriz por delante de la pantalla enseñando las tetas y acaso también las nalgas. Cuando a alguna de estas actrices se le preguntaba si estaba dispuesta a desnudarse en una película, contestaba siempre: "si lo exige el guión".

Todos sabían que el guión no exigía nada, que todo era un pamplina y que toda la película era una excusa para ver desnudos. Ya está. No le daba nadie más vueltas. ¿Película? ¿Qué película? Ah, la que sale enseñando las tetas tal o cual.

La diferencia entre el cine de verdad y el cine porque sí radica precisamente en que en el cine auténtico las cosas ocurren porque están motivadas (los amores, los odios, las risas, los aburrimientos, los deseos); en el cine porque sí, sucede lo que el guionista desea, y coloca tal o cual escena o imagen para quedar bien o para conseguir un resultado que previamente pretendía, aunque los hechos de la trama en aboluto llevaran a él.

En mi opinión, del Toro se sitúa justamente en el cine porque sí, en el cine donde no importa argumentar, donde los personajes no existen, son meras caricaturas al servicio del titiritero que las mueve. ¿Como una peli de superhéroes? No, peor. Las películas de superhéroes, o infantiles, o de "sal gruesa", comienzan por no tomarse en serio, por saber que todo es una broma y que vamos a pasarlo bien sin dar más vueltas al asunto. Del Toro pretende crear una película adulta, consciente, definitva. Pero lo hace con un guión prefabricado, copiado y casi calcado de mil sitios, donde todos actúan al servicio de lo que él considera que debe de ser el objetivo final. Las acciones, por tanto, nunca se fundamentan. ¿Para qué, si soy yo quien manda? Soy del Toro: necesito un amor extraño, unos personajes que representen a minorías, unos malos que sean muy malos y unos buenos que sean muy buenos, simbolismo nivel ESO, un par de culos y algo de sangre. ¡Ah! Y encanto, necesito mucho encanto, sobre todo al principio. ¿Cómo lo consigo? Pues poniéndolo en el guión, menuda broma: érase una vez un pesonaje con mucho encanto, al que hay que querer porque yo lo digo y...etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tonib
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