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España España · Madrid
Voto de Edu16k:
6
Ciencia ficción. Acción. Bélico La Tierra está siendo invadida por parte de unos alienígenas que pretenden hacerse con los océanos para utilizarlos como fuente de energía. El ejército estadounidense liderará en un primer momento la defensa del Planeta, aunque la batalla pronto contará con la implicación de todos los países del mundo y de sus ciudadanos.... Adaptación del famoso juego de mesa de estrategia naval "Hundir la flota". (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2012
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es un híbrido entre “Independence day” y “Transformers”, con lo peor de la 1ª y rodada mejor que la 2ª, ya que las escenas con robots se ven perfectamente, y no abusa tanto como M. Bay de la cámara lenta. Toda la cinta es una oda al patriotismo extremo americano, tanto a la Marina actual como a los viejos grumetes, llegando a cuotas de indigestión para cualquiera que no sea norteamericano.
Lo realmente curioso de la película es que si bien entretiene, nada en ella es digno de mención positiva, puesto que aunque los efectos especiales son buenos, se alimentan demasiado de lo explotado ya por “Transformers”, teniendo los aliens como armas más mortíferas unos “yo-yos” gigantes que resultan bastante ridículos.
En cuento a los aliens, tanto su armadura y como la forma en que transforman el puño para crear diferentes armas es exactamente igual que el videojuego “Vanquish”, donde si yo fuera el creador del juego ya habría presentado mi demanda por plagio. Pero sin armadura, y aquí lo más sorprendente, nuestros vecinos del espacio son clavaditos a James Hetfield (vocalista y guitarrista rítmico de Metallica). Lo que más rechina de toda la película (y no es Rihanna) es el montaje final, donde hay secuencias innecesarias que no aportan nada y otros momentos donde se atropella la acción y se acelera demasiado la conclusión de la historia. Resulta curioso una escena donde un alien toca la cara al protagonista, y éste ve visiones, pero de ello en ningún momento se vuelve a hablar, como si no hubiera pasado. Por lo tanto, da la impresión de que la trama era más complicada, decidiendo simplificarla (¿en favor al espectador?), pero se les olvidó eliminar esa secuencia del montaje final. El mismo problema de montaje ocurría con su anterior película, Hancock; lo cual, lejos de ser un error, empieza a convertirse en costumbre.
En cuanto a las actuaciones, Kitsch no tiene madera de cabeza de cartel, ya lo demostró con John Carter, debiendo limitarse a ser secundario, algo que hizo muy bien como Gambito en “Lobezno”. Decker no lo hace mal ni bien, simplemente no estorba. Y Skarsgård y Neeson son secundarios sólo usados para intentar darle más caché al film, este último sólo aparece al principio y al final (en medio, estaba contando los fajos de billetes que le han dado por salir 10 minutos).
Lo más ridículo de la película es cuando, al no tener visibilidad ni detectarlos en el radar, con las pantallas del destructor de los protagonistas se ponen a jugar realmente al “hundir la flota” con los enemigos, moviéndose de la misma forma del juego (horizontal, vertical y transversalmente), justificándolo en el movimiento de las balizas colocadas en el agua para medir las oscilaciones de las olas, puesto que si se movían las balizas es que ahí estaban las naves enemigas, lo que hay que ver (y tragarse).
Eduardo Quintana (Cineralia)
Edu16k
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