Se supone que cuando ves una comedia romántica te esperas que como mínimo los protagonistas tengan algo de química, cosa que aquí no ocurre ni por asomo, algo previsible si comparamos a una belleza como Charlize Theron con un hombre sin atractivo como Rogen. Si tuviera que ponerle nota como los hombres hacen con las mujeres en la peli le pondría un suspenso. No pegan ni con cola, y como era de esperar, no hay la menor atracción física.

La película no tiene absolutamente nada de "progre". Una secretaria de estado que tiene que pedir perdón por "mandar". De entrada ya no te crees el personaje de Charlize, ya que tal y como la conocemos, no es una mujer de las que se dejaría ningunear por estar en la cima. Se dan mensajes machistas continuamente o lo que es lo mismo antiprogresistas y rancios como que las mujeres no pueden tener puestos importantes, que no pueden mandar, se alude al físico de las políticas, no haciendo lo mismo con el de los hombres. Y como tantas veces, ponen a mujer guapa, hombre feo como protagonistas románticos. Todavía está por ver cuando ponen a un hombre diez con una chica normal. En caso de que las haya, tan sólo son excepciones.

Tampoco me ha parecido divertida, no me he reído en ningún momento, y me da mucha pereza ver en una película situaciones tan retrógradas a estas alturas. Si una película ambientada en este milenio tiene este cariz misógino, es porque en el primer mundo y en este siglo, la sociedad sigue teniendo una mentalidad tan estrecha hacia las mujeres como en la época franquista.