Algo a lo que nos tiene acostumbrado Eloy de la Iglesia, es sin duda su trato de la amistad por encima de todo, ya sea por la unión en la droga (El Pico), en la cárcel (El Pico 2), en un alocado atraco (La estanquera de Vallecas), con su banda delinquiendo (Navajeros) o como en esta por una relación de vecinos y cuñados(a pesar de los padres de ella).
En este film cuenta las peripecias de dos jóvenes en un barrio casi suburvial y el intento de la búsqueda de un trabajo, algo nada fácil cuando no se tiene ningún oficio ni aspiración en la vida.
Con un hermano (el Pirri) un delincuente y una familia sumida en la clase media, baja española, las esperanzas no son muy alentadoras que digamos, a esto hay que sumarle un embarazo no deseado y la búsqueda de una solución a tan gran problema que se avecina. Con la ayuda de su amigo/cuñado (Antonio Flores) deciden buscar trabajo para poder pagar el aborto. Aunque la cosa se complica y no hace más que liarse la madeja.

Película no de tanta calidad como las que vendrían después de esta, pero si un aire diferente al cine costumbrista de los directores españoles, además de plantear como siempre una critica social en la España de los 80 y su falta de empleo mayormente.