El Dorado es un lugar que los indios habían imaginado lleno de oro pero que nadie había estado allí nunca. Esta leyenda conectaba con la del indio dorado guatavita ,mencionado al comienzo de la cinta. La leyenda interesó a los españoles y en 1560 el virrey Hurtado de Mendoza organizó una expedición para la conquista de El Dorado a la que se adhirieron todos los inquietos y sediciosos del Perú. Se trataba de quitarse de en medio a estos peligrosos, sobre todo después de las guerras habidas en la colonia. Al mando del veterano Pedro de Ursúa, en sept-1560, partió la numerosa expedición de unas mil personas, entre ellas el sedicioso Lope de Aguirre. Con ellos viajaba la amante de Ursúa y la hija mestiza de Aguirre. Los barcos navegaron por el río Marañón buscando el Amazonas y otros afluentes. Acampaban en tierra firme y navegaban de día observando los posibles poblados para indagar sobre el Dorado que no aparecía nunca, lo que empezó a desesperar a una tripulación ya de por sí inquieta. A la vuelta de un año Aguirre encabezó una conspiración que asesinó a Ursúa y nombró al sevillano Fernando de Gúzman rey del Perú en detrimento de la soberanía de Felipe II. Aguirre forzó la firma de aquella insólita declaración de independencia de la Monarquía Católica. Era un reino en una balsa. Los marañones fueron matándose entre ellos ante la desesperación de no encontrar El Dorado. Probablemente los supervivientes volvieron al Atlántico por el río Orino pero la justicia estaba esperando a estos sediciosos y acabó con ellos.

Localizaciones y fotografía buenas pero muy repetidas en un paisaje de selva ecuatorial, buena selección de canciones del renacimiento, lenta aunque cobra ritmo con la conspiración de Aguirre y su proclama de independencia. Los personajes son de aspecto poco siniestro como correspondería a la tragedia, ni siquiera Aguirre y la pandilla de Guetaria. El director describe bien las dificultades de navegación, la de encontrar pertrechos, sostener los bastimentos, las acampadas y los miedos de los expedicionarios a ser traicioneramente muertos por los dardos de los indios. El miedo domina el ambiente y se masca la tragedia. Esta es una película poco valorada pero la más cercana a la historia de la expedición de Ursúa y Lope de Aguirre, un poco menos rara que la de Herzog que no entendía para nada la colonización española en América.