Haz click aquí para copiar la URL
España España · SEVILLA
Voto de montipito:
5
Drama El día de la Epifanía de 1904 está a punto de empezar una de las fiestas más concurridas de Dublín, la de las señoritas Morkan. Entre los invitados se encuentra Gabriel Conroy, sobrino de las anfitrionas y marido de la hermosa Gretta. Esa noche, los invitados disfrutan de una magnífica velada. Gabriel, muy enamorado de su esposa, observa su emoción cuando suena una antigua canción de amor. De vuelta a casa, Gretta le confiesa un secreto. (FILMAFFINITY) [+]
3 de julio de 2012
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las señoritas Morkan, más viejas que un nudo, invitan a un hijo borrachín y a una caterva de sobrinos con su respectivas parejas a que asistan a la cena familiar de la Pascua de Reyes en su casa de Dublín. Toda la acción se desarrolla en dos habitaciones espaciosas. En ellas los invitados, de un trato amable y exquisito, departen entre ellos, declaman poesías, escuchan recitales de piano a la joven sobrina pianista, cenan pato asado, beben como descosidos y dan discursos. Hablan de cosas intrascendentes, sobre todo de las últimas novedades de música operística. Al terminar, cuando se despedían, la mujer del profesor Conry [Anjélica Huston] escucha una canción que le recuerda los tiempos lejanos de su juventud. El chico que la pretendía murió bajo la lluvia esperándola y ella, sin poder contenerse, en la habitación de su hotel rompió a llorar y así se durmió. Su marido, viendo el paisaje nevado de la noche dublinesa desde la ventana, reflexiona sobre el paso del tiempo y la llegada inexorable de la muerte. Cinco minutos del metraje dedicados a la finitud de la vida, al menos para que los espectadores no digan que el título de la película nada tiene que ver con el contenido de la misma.

Esta es la última película de Huston cuando la muerte le acechaba detrás de un enfisema pulmonar. Parece que la rodó sentado en una silla y con una mascarilla de oxígeno. Si eso fuera cierto, ya hizo bastante este moribundo. Se ha querido ver en ella una especie de testamento, pero la cinta, ni de lejos, responde al cine desarrollado por Huston. Tan es así la cosa que los críticos han empezado a dudar de la autoría de ella. La película se salva porque se apoya en un relato de James Joyce del libro “los dublineses”, pero la realización deja mucho que desear, al menos comparando con su trayectoria cinematográfica. No debería haberse metido en este jardín.
montipito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow