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España España · MADRID
Voto de Spark:
8
Drama. Comedia En 1953, Katherine Watson (Julia Roberts) se traslada desde California al campus de la prestigiosa y estricta universidad de Wellesley en Nueva Inglaterra para enseñar historia del arte. En plena postguerra, Watson espera que sus estudiantes, las mejores y las más brillantes del país, aprovechen las oportunidades que se les presentan para emanciparse. Sin embargo, poco después de su llegada, descubre que la prestigiosa institución está ... [+]
24 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2003 nos llegó una afable superproducción encabezada por Julia Roberts, en la que se metía en la piel de una profesora de Universidad femenina de los años 50 que tratará de romper barreras y techos de cristal para sus alumnas. La propuesta del relato no deja de ser completamente usual en el Séptimo Arte (desde "Semilla de maldad" (1955), pasando por "Rebelión en las aulas" (1967), "Música del corazón" (1999), "Hardball" (2001), "Los chicos del coro" (2004), "Coach Carter" (2005), "Déjate llevar" (2006) y llegando hasta "Diarios de la calle" (2007)) y prácticamente todas las estrellas del celuloide (Sidney Poitier, Morgan Freeman, Michelle Pfeiffer, Adrien Brody, Keanu Reeves, Hilary Swank, Jon Voight, Samuel L. Jackson, Kevin Costner, Mery Streep, etc.) han tenido frente a la pantalla a su grupo de alumnos por enderezar o hacer crecer en todos los niveles personales y profesionales... así que lógicamente Roberts no iba a ser una excepción. Y aquí va manejando y conduciendo a un plantel (alumnas y equipo docente incluído) que tiene muy enquistado en la cabeza el concepto de realizarse como persona como complemento del hombre y no como ser humano de igual forma que el hombre.

Que la trama se va guiando a través de unos mimbres ya establecidos en este tipo de films (la confrontación inicial, el crecimiento personal y el compadreo final no son algo que se evite ni que deje de resultar tan previsible como acostumbra) no es algo que la cinta sortee, sin embargo debo admitir que la forma que tiene de mimar sus situaciones con viveza y agudeza a la vez que serpentea por el relato con vehemencia y diversidad es especial, y logra que "La sonrisa de Mona Lisa" resulte un largo destacado dentro de ese subgénero dramático de las aulas. Y es que en el film los diálogos entre las alumnas poseen cierta perspicacia natural muy agradecida (que va componiendo a sus secundarias con potencia a la par que dinamismo), los juegos de provocaciones y desafíos entre alumnas y profesoras son de un gusto elegante y orgánico en todo momento, y la contienda hacia el sistema institucional y social machista de los años 50 se muestra de forma refinadamente velada... de modo que no es un recurso arquetípico sino una circunstancia subyacente.

En definitiva: el guión tiene una temática trillada pero la desarrolla con la eficacia que esta propuesta siempre posee en la gran pantalla, y además con una astucia singular y más labrada de lo habitual (no estoy en mayoría, pero admito que si me dieran a elegir entre largometrajes de profesores idealistas contra el sistema y de incondicional apoyo al progreso de sus estudiantes... me quedo con este film que posee mayor riqueza argumental sin tantas limitaciones, y mayores arcos en todos sus variopintos personajes que cintas como "Hardball", "Los chicos del coro" o "Coach Carter"). Es complaciente, sí pero tanto en el sentido más estándar como en el mejor de los sentidos, resulta cómplice para todo público y posee un talante aguzado y lúcido.

Pero la cinta se alza en mayor medida por su reparto. Un reparto espectacular: Roberts, Julia Stiles (creo que éste es su mejor rol hasta la fecha, y eso es decir mucho teniendo en su haber "10 razones para odiarte" (1999) o toda la saga de Jason Bourne), Maggie Gyllenhaal que no erra en un solo papel y aquí conforma un personaje claroscuro a la par que íntegro, Kirsten Dunst (otro personaje con potentes luces y sombras, que con la labor actoral de la actriz de New Jersey se nos hace completamente creíble en su frustración camuflada en villanía. Ella sí ha tenido mejores papeles aun, solo basta con acercarse a "La seducción" (2017), "Melancolía" (2011) o "Llegar a ser Dios en Florida (2019-)), la Oscarizada Marcia Gay Harden (aunque su personaje es el más superficial y limitado, sinceramente. Pero Harden es capaz de solventarlo con su oficio), Juliet Stevenson, Ginnifer Goodwin, Topher Grace, Dominc West... es un elenco de ensueño y producen lo esperado de ellos. La gran solidez interpretativa aunada a la notable dirección de Mike Newell (no siempre ha estado acertado, pero tanto aquí como en "El cáliz de fuego" (2005) demuestra gran pericia en la elección de planos (usual pero siempre dinámica)), una fotografía apolínea (ojo a la perfecta saturación del color, y al empleo de los escenarios exteriores tan primorosos y sus contrastes de ocres con el vestuario), un maquillaje y un vestuario excelso y óptimo así como una notable banda sonora (no llega al sobresaliente en sus temas originales o "prestados" pero está a punto) completan una cinta de gran talante y mérito. No aburre en ningún momento (ni siquiera cuando cae en los tópicos establecidos del progreso argumental (y estos puntos de simpleza no son muchos puntos, pues las coyunturas del relato se suelen expandir con un cuidado minucioso) porque es aquí donde sus actrices (los personajes masculinos son más convidados de piedra que otra cosa, éste es un relato protagonizado por mujeres, esto no es la gran saga de "El Señor de los Anillos", por ejemplo) echan el resto para atraparnos en sus devenires) e incluso nos puede dejar con una sonrisa edificante. Recomendable para todo tipo de público que pase de los 10 años, pero en especial se orienta a los adultos. Indispensable para todo seguidor de sus actores. Aguanta varios visionados y crece con ellos, en mi caso la guardo en mi videoteca, pues es de esos films que logran su propósito de amenizar con cierta erudición gentil.

Es claramente superior a películas como "Escuela de Rock", "Hardball" o "Déjate llevar" (2006), y está al nivel de "Coach Carter" o "Colegio privado" (1992), "Friday Night Lights" (2004) o (a pesar de ser una serie televisiva, va por el mismo estilo a la hora de tratar a sus personajes) "Dawson crece" (1998-2003).

Lo mejor: Su reparto.
Lo peor: Que el guión no opte en algunos minutos en concreto por arriesgar, soltando su esqueleto revisto (pero son unos instantes escasos).
Spark
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