El nuevo film de Bigelow "noveliza" (tomando como referencia cierta documentación de "fuentes anónimas") la caza y captura de Bin Laden. Tema morboso e interesante donde los haya.

Pero curiosamente si hay algo que destacar de "Zero Dark Thirty" no es precisamente su guión; un guión demasiado ceñido que no ofrece nada nuevo (ni mejor) que no haya hecho antes cualquier otro thriller de acción o espionaje del montón, un guión copado de temas procedimentales de investigaciones y persecuciones de espionaje (reconozco que estas escenas están bien tratadas), conversaciones de despacho, etc... pero sin ninguna sorpresa, conmoción o giro a destacar que se vaya a quedar para siempre en la retina. Y es que si acaso el film puede impactar en algún momento puntual con algún tiro o explosión, nunca sorprende por su guión que acota su temática, niega una construcción notable de personajes (maniqueos a más no poder), e incluso cae en los tópicos. Se echa de menos mayor amplitud en su trama y una construcción de personajes más interesante (las interpretaciones por cierto ni molestan ni destacan por nada).

Tan solo por esa acotación y tibieza en su guión siento a "Zero Dark Thirty" con un ligero margen de mayor indiferencia que otros films parecidos del mismo corte ("El mito de Bourne", el remake de "Infiltrados" de Scorsese... o incluso "Red de mentiras" de Ridley Scott. Films con personajes mejor perfilados o giros más elaborados)... porque esto es al fin y al cabo una cinta de acción y (escaso) suspense de espionaje en la que incluso las torturas transmiten cierta indiferencia si se compara su angustia con films de verdadero desasosiego como "Amour".

Pero "Zero Dark Thirty" es un film muy dinámico, y está llevado a la escena de manera excelente (luciéndose en sus escenas de acción como lo mejor del año). Es un metraje deliciosamente enervado, de ritmo intenso y entregado. Su realización es perfecta, el uso de la cámara en mano no tiene nada que envidiar a lo mejor de Bourne, los encuadres se escogen con puntería, su montaje es sobresaliente (el mejor que he visto este año), su fotografía admirable y portentosa y su sonido soberbio.

Es simplemente una película muy bien hecha, que con su particular 10 en el apartado técnico consigue ser altamente disfrutable como cinta de acción de la CIA (sin que uno sienta que ha desperdiciado su dinero con la entrada). Pero ahí queda todo, ya que (como si de una película de acción más se tratara) el film no deja ningún poso tras visionarse. Se disfruta mientras se ve como cualquier otro thriller de espionaje decente, pero si alguien busca el súmmum del séptimo arte... por aquí no parece que haya caído.

Lo mejor: El montaje, la realización, el sonido, su climax final...