Thriller protagonizado por Michael Douglas que interpreta el papel de "hombre pillado por los huevos", y con Glenn Close como la fuerza antagonista maquiavélica y perturbada.

Como siempre, Douglas es un pecador sexual que tiene la mala "pata" de irse a liar con la loca de la pradera. Lo que en principio parecía un polvo sin importancia desemboca en una obsesión enfermiza por parte de su amante femenina que no parará hasta atraparle o destrozarle.

Idea interesante y buen reparto que sin embargo desemboca en un thriller muy convencional, algo aburrido y mediocre. Desde luego no le falta ninguna (previsible) característica de este género, con momentos de llamadas misteriosas, sustos de desapariciones que luego no son tal, villana escondida donde te lo esperas, etc. Sin embargo un ritmo demasiado lento, unas escenas rutinarias sin excesivo interés mental o artístico, un abuso de insulsos momentos familiares que no aportan nada a la trama y la ralentizan, una química fría entre personajes (incluso entre la pareja protagonista... reconozco que los vigorosos revolcones me resultaron forzados) y un apagado personaje protagonista interpretado por Douglas que jamás genera interés, empatía o algo en particular, hacen de "Atracción Fatal" una de tantas películas estandar que pretende lograr suspense pero que fracasa en el intento al no tener un ritmo o atmósfera que genere misterio, ni escenas tenebrosas que generen angustias, ni escenas especialmente poderosas visualmente, etc.

Opino que esta película no sería recordada por nada (ni por su reposado suspense, ni por su poco interesante misterio por culpa de su pausado ritmo y pocos acontecimientos progresivos, ni por la corriente actuación de Douglas, ni por la banda sonora, ni por la fotografía ochentera, etc.) de no ser por Glenn Close y su aportación (lástima que la cinta no la tenga a ella como protagonista absoluta sino de antagonista con menos protagonismo). Gracias a ella y a la sorprendentemente veloz transformación y furia que fabrica de forma inconmensurable, este thriller se hace memorable por momentos... solo por SUS momentos. Solo cuando su personaje aparece con alguna loca excentricidad, la cosa adquiere un poder que desaparece totalmente cuando ella no está. Sus ojos enloquecidos, su mirada asesina y su pelo encrespado nunca serán olvidados, y gracias a esto y a un climax con algún sobresalto generado únicamente por la energía de su interpretación la cosa es reseñable.

Y gracias a esta cinta Close luego se encasilló de forma perfecta en magníficos papeles de villana variados (desde una Cruella de Vil de carne y hueso hasta una abogada de éxito sin escrúpulos pasando por una conspiradora de época)... todos ellos clavados. Así que hay que agradecer a esta cinta el descubrimiento de LA villana.

Lo mejor: Close, el personaje que nos regala y algunos de sus momentos más alocados.
Lo peor: Un desarrollo de lo más gris y desanimado que soterra el suspense.