Lo admito, el género de fantasía en el cine es uno de mis favoritos. Me resulta irresistible zambullirme en mundos imaginarios donde todo es posible y no hay barreras... mientras se nos regalan simbolismos abstractos sobre conceptos (como el mal en el Sauron de la trilogía de Tolkien, o el amor y la esperanza en forma de hechizos protectores en la saga de JK Rowling, etc.) cargados de lirismo.

Quizás por ello he disfrutado con esta fantasía burtoniana más que otro tipo de público, y tal vez por ello me predisponga a evaluar a "Alicia a través del espejo" algo por encima de la media con la que ha sido valorada por el gran público. Lo cierto es que no todo lo que es cine fantástico me parece hechizante (ahí están para el lamentable recuerdo films tan desastrosos como "Dragones y mazmorras" (2000), "Waterworld" (1995), "Aeon Flux" (2005) y un largo etcétera), y con "Alicia a través del espejo" me esperaba poco o nada tras haber leído críticas completamente negativas y tras haber visionado la "Alicia en el País de las Maravillas" de 2010 de Tim Burton; una cinta realmente bella en lo estético pero completamente simplona, pueril y almibarada en su manido y resabido guión.

Curiosamente esta secuela (en la que Burton se mantiene como productor, pero en la que lega la batuta de director al poco conocido James Bobin), que se ha producido únicamente por el taquillazo que supuso su predecesora (aquella "Alicia en el País de las Maravillas" de 2010, a pesar de recibir justos palos de los críticos por culpa de su guión, superó los mil millones de dólares convirtiéndose en uno de los largometrajes más taquilleros de Disney (y eso es decir mucho), y dio pie a infinitas traslaciones a imagen real de largometrajes animados sobre cuentos infantiles ("Maléfica" (2014), "Blancanieves y la leyenda del cazador" (2012), "Cenicienta" (2015))), no ha triunfado como se esperaba en taquilla pero sin embargo ha venido a mejorar los descuidos de aquella tópica y azucarada primera parte en el guión.

Así pues, los espectadores (entre los que me incluyo) que pudieran quedar objetivamente decepcionados con aquel largo de Tim Burton, podrán desquitarse al disfrutar con esta secuela que nos ofrece un libreto (con inevitables yerros, obviamente pero) muchísimo más maduro, complejo, desarrollado, reflexivo y alegórico en su fantasía.

En esta ocasión Alicia (una del todo correcta Mia Wasikowska) regresa al País de las Maravillas para salvar al Sombrerero Loco (Johnny Depp) de una depresión, una depresión que lleva arrastrando al no poder encontrar a su familia. Alicia ayudará al Sombrerero a encontrar a su familia... y para ello Alicia viajará a través del tiempo, un tiempo que en este País de Maravillas esta personificado en un ser tan todopoderoso y abstracto como ególatra y torpe. Así que esta vez tenemos una trama muy compacta de viajes en el tiempo (atrás queda esa Alicia que debía vencer a la "mala muy mala" porque sí y su "malvado monstruo gigante") en los que conoceremos más a estos personajes envueltos en simpáticos enredos, y de metáforas y alegorías muy bien constituídas y razonadas (atención a como los sentimientos en este País de las Maravillas pueden ser capaces de cambiar los elementos (más en spoilers) y las dimensiones... no solo del espacio sino también del tiempo (con un Sacha Baron Cohen como un reloj gigante que no puede ni debe pararse para que el mundo (aquí llamado submundo, pues las dimensiones no se pueden atrapar en una mano) no desaparezca al convertirse en infinito y no en finito)).

Así que, con sorpresa, me he topado en "Alicia a través del espejo" con un relato onírico del todo agradecido para mí como fan del cine de fantasía, un relato mucho más elaborado y detallado y con más dimensiones y matices de lo que podría haber esperado teniendo en cuenta a su film predecesor.

Desde luego he disfrutado con "Alicia a través del espejo", y no tengo ninguna duda de que todo espectador amante del cine de la aventura fantástica y de la abstracción y los guiños simbólicos en el cine también lo hará sin esfuerzo. El guión mejora a su predecesora sin lugar a dudas, con un tratamiento más cabal y menos edulcorado y tópico de sus personajes, con unos enredos más sustanciosos y elaborados, y con unos simbolismos mucho más perspicaces y arrojados. El único pero del libreto (que no tiene, por fortuna, ni una sola escena accesoria y evitable. Pues todo en "Alicia a través del espejo" es esencial para el desarrollo de su curiosa trama) es el alongamiento de sus acontecimientos en su tercer tercio y desenlace. El espectador puede distanciarse del relato en esos minutos algo más anodinos y estirados sin necesidad, y en un segundo visionado se denotan más grises y monótonos en su dilatación.

Las interpretaciones por su parte no pasan de lo correcto, ningún intérprete llega a lo sobresaliente, aunque cumplen sin despeinarse en líneas generales (algunos con más fortuna que otros. Depp y Helena Bonham Carter siguen siendo puro carisma en sus histriónicos pero afables personajes. Wasikowska y Cohen sorprenden al no caer en el garabato en sus papeles. Y Anne Hathaway realiza una mala actuación).

Y la puesta en escena es tan maravillosa y abrumadora como en la primera entrega. La cinta predecesora ya se llevó dos premios Oscar por su diseño de escenarios y no me sería extraño que esta secuela volviera a repetir galardones... o al menos nominaciones. El director por su parte resulta más que solvente tras las cámaras, sus planos no pasarán a la historia pero describe este cuento con una gran elegancia e intensidad en casi todo momento.

En definitiva, "Alicia a través del espejo" es un largo de fantasía notable. Lo digo con extrañeza, pues esperaba algo horrendo y me he encontrado con una aventura fantástica tan laberíntica como empática, y donde lo concreto y lo abstracto se entremezclan en un mundo onírico que fascina a los ojos. Del todo recomendable al fan del género.

Lo mejor: El guión...