Película de bailes ochenteros en la que un adolescente de ciudad (Bacon) llega a un pueblo aparentemente mojigato donde el baile está prohibido por ley. Por el contrario a lo que pueda parecer esta premisa, el joven no llega para pervertir el pueblo... el pueblo ya está pervertido, llega para acabar con la hipocresía y demostrar que la doble moral es aún más tóxica que la represión.

Hace varias semanas que soy una cinéfila en busca de una buena película recién estrenada (ya no pido una obra maestra); en busca de algún film que no se caracterice por un compás carente de chispa, por unas actuaciones abúlicas, por unas tramas convencionales y por unos diálogos infantiloides. Pero no he podido encontrar nada mínimamente reseñable... curiosamente me he topado con la frescura y la habilidad narrativa en un "clásico" de los 80 que me quedaba por ver; un metraje que no tiene ninguno de los repelentes tics del cine actual.

"Footloose" es una película sencilla y juvenil, sí (no pretende ser otra cosa); de trama adolescente, de líos de instituto, de bandas rivales y de padres puñeteros. Pero es una película resuelta, ilusionada y consistente (¿por qué parece que hoy en día una película debe durar más de 2 horas para ser considerada "una película"? "Footloose" es un film que afortunadamente dura lo que tiene que durar) que además imprime un carácter totalmente difícil de olvidar.

El metraje está bien acabado logrando un conjunto espléndidamente engranado. Los minutos se llenan de un ritmo lleno de chispa y de un estilo desenfadado ciertamente peculiar. El guión se disgrega en un sinfín de tramas y subtramas atrayentes, los diálogos y momentos no tratan a sus personajes adolescentes como imbéciles unidimensionales sino como seres singulares y hondos... y lo mejor de todo: el libreto tiene trasfondo, un trasfondo desarrollado con astucia y sensatez y que invita a la reflexión. La realización es otro de los puntos fuertes del film, es dinámica y afanosa, con una composición de planos acertadísima y unas coreografías que se mantienen en la retina para siempre. Las actuaciones están a la altura de las circustancias (sin ser excelentes (Kevin Bacon nunca ha sido un actor que haya llamado mi atención... aquí tampoco lo hace. Pero encaja perfectamente en un papel que le invita a ser el ídolo de las adolescentes... y Bacon lo fue en su momento durante un par de años gracias a "Footloose"), al menos son más eficientes y vigorosas que las que estamos acostumbrados a ver en el cine juvenil actual. Desde Chris Penn como buenazo e inocente joven de campo pasando por Dianne Wiest como abnegada y virginal esposa hasta una Lori Singer que se aleja con tino del cliché de niña inocentona de pueblo).

Pero su gran talento está en su música, en una banda sonora que es el máximo exponente de un estilo musical generacional. En "Footloose" están las mejores canciones ochenteras... y la mayoría de ellas fueron creadas para el film. Y lo que es aun mejor: sus números musicales están a la altura en fuerza y iconicidad.

En conclusión: es muy difícil apartar los ojos de "Footloose" ya que su metraje nos lleva con garra, progreso, optimismo y estilo. Un metraje que no se avergüenza en mostrar decisión y divertimento, osadía y estímulo (algo que cintas posteriores del mismo estilo como "Dirty Dancing" no se atrevieron tanto). ¿Es una "película ligera? Sí, pero queda para el recuerdo gustosamente y puede verse y disfrutarse una y otra vez. Si hubiera sido de esa generación, "Footloose" hubiera sido la película que me marcó.

Lo mejor: La música.
Lo peor: Que hace un año hicieran un remake de peor calidad (no aguanté ni 10 minutos viéndolo. y tan solo recuerdo su poca chispa y su falta de estilo característico).