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Voto de Spark:
7
8,2
176.087
Thriller. Intriga. Terror
El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene ... [+]
5 de febrero de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
... bueno, en este caso son dos muy temidos.
Y es que sí, "El silencio de los corderos" es otro thriller de polis que quieren pillar al misterioso asesino en serie. La cinta (como todas las de este tipo) mezcla investigación policial con terror. Y es cierto que podría haberse quedado en un thriller de investigación criminal más, en algo convencional y del montón.
Reconozco que no soy especialmente fan de este tipo de películas, y que su primera mitad donde apenas sucede nada me pareció excesivamente lenta y sin mucho interés. Además Demme no se caracteriza por tener un estilo "especial" que destaque por algo; es un realizador de lo más formal y no hace alardes de nada en su estilo visual... lo único que destaca de él es su excesivo uso de planos cortos y que suele alargarse en duración en algunos planos... lo cual al final acaban encajando perfectamente en el estilo de esta película.
Porque, precisamente por recrearse tanto con planos cortos y lentos en las buenas actuaciones y en las escenas terroríficas (sí, hay que agradecerle que se recree por ejemplo en un sonriente Anthony Hopkins saboreando la sangre de sus víctimas... o porque intensifique la narración de la relación cargada de miradas entre la estudiante del FBI Clarise y el reo Hannibal Lecter), Demme hace que a lo tonto la cosa nos implique de un modo u otro... y al final su segunda mitad acaba interesando y se torna de lo más intensa y angustiosa.
Y es que además su trama se hace más compleja y entretenida según avanza (mientras se va desentrañando el misterio, se generan numerosos obstáculos y complicaciones intercaladas con momentos impactantemente terroríficos). Es una de esas películas que incrementa en suspense, temor, miedo e inquietud, generando un nudo en la garganta. Así que al final hay que agradecer a Demme que haya sido tan conciso y ascético tanto en la primera mitad como en la segunda.
Así que, aun siendo algo común, acaba resultando más intensa de lo esperado con unos jugosos contenidos, unas escenas poderosas y un buen ritmo en su tercer acto. Muy recomendable para pasar un miedo comedido y dejarse llevar por su intriga criminal gracias al temor que generan sus villanos (que en un principio son algo olvidables, pero que se van haciendo interesantes por momentos) y las ganas que tenemos de que los pillen.
Lo peor: Su primera mitad.
Lo mejor: Anthony Hopkins y su Hannibal Lecter (su personaje merece mención aparte)...
Y es que sí, "El silencio de los corderos" es otro thriller de polis que quieren pillar al misterioso asesino en serie. La cinta (como todas las de este tipo) mezcla investigación policial con terror. Y es cierto que podría haberse quedado en un thriller de investigación criminal más, en algo convencional y del montón.
Reconozco que no soy especialmente fan de este tipo de películas, y que su primera mitad donde apenas sucede nada me pareció excesivamente lenta y sin mucho interés. Además Demme no se caracteriza por tener un estilo "especial" que destaque por algo; es un realizador de lo más formal y no hace alardes de nada en su estilo visual... lo único que destaca de él es su excesivo uso de planos cortos y que suele alargarse en duración en algunos planos... lo cual al final acaban encajando perfectamente en el estilo de esta película.
Porque, precisamente por recrearse tanto con planos cortos y lentos en las buenas actuaciones y en las escenas terroríficas (sí, hay que agradecerle que se recree por ejemplo en un sonriente Anthony Hopkins saboreando la sangre de sus víctimas... o porque intensifique la narración de la relación cargada de miradas entre la estudiante del FBI Clarise y el reo Hannibal Lecter), Demme hace que a lo tonto la cosa nos implique de un modo u otro... y al final su segunda mitad acaba interesando y se torna de lo más intensa y angustiosa.
Y es que además su trama se hace más compleja y entretenida según avanza (mientras se va desentrañando el misterio, se generan numerosos obstáculos y complicaciones intercaladas con momentos impactantemente terroríficos). Es una de esas películas que incrementa en suspense, temor, miedo e inquietud, generando un nudo en la garganta. Así que al final hay que agradecer a Demme que haya sido tan conciso y ascético tanto en la primera mitad como en la segunda.
Así que, aun siendo algo común, acaba resultando más intensa de lo esperado con unos jugosos contenidos, unas escenas poderosas y un buen ritmo en su tercer acto. Muy recomendable para pasar un miedo comedido y dejarse llevar por su intriga criminal gracias al temor que generan sus villanos (que en un principio son algo olvidables, pero que se van haciendo interesantes por momentos) y las ganas que tenemos de que los pillen.
Lo peor: Su primera mitad.
Lo mejor: Anthony Hopkins y su Hannibal Lecter (su personaje merece mención aparte)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... porque es uno de los mejores villanos de la historia del cine (o directamente el mejor).
He visto al malvado sith Darth Vader de "La guerra de las galaxias", el horripilante Alex Delarge de "La narajanja mecánica", el anarquista nuevo Joker de "El caballero oscuro"... pues bien, este Hannibal Lecter creo que los supera (solo el Alien de Ridley Scott le podría hacer alguna competencia).
Hannibal Lecter es un psicópata, un asesino en serie sádico que se come a sus víctimas. Está preso, es fino y amante de las buenas maneras a la hora de hablar con la gente. Y educadamente asesora y ayuda desde su celda a algún que otro agente del FBI para que atrapen al enloquecido de turno que se asemeje al propio Lecter.
Y Lecter es un gran villano porque es como el demonio mismo: Atrapa cual mantis religiosa, es seductor, inteligente, carismático, sonriente, se hace interesante, parece sincero, apetecible, genera confianza (el otro malvado de la película: Bufallo Bill es detestable en todos los aspectos, tonto, cruel y loco. Pero Lecter parece por así decirlo... más cuerdo, más racional, más comedido y elegante), Lecter nos atrae... y luego pega la bocanada. Es entonces cuando es capaz de generar el efecto contrario: el miedo, el terror, la aungustia, la tristeza, el nudo en la garganta y el cague total. Él protagoniza las acciones más aterradoras. A Anthony Hopkins le basta una escena de un asesinato casi final de la película para que nos atemorice totalmente.
Con esto tampoco quiero ningunear al perturbado Buffallo Bill. Los dos son diferentes (Bill disfruta con el terror y la angustia que genera a sus víctimas, y Lecter disfruta con sus propias pasiones artisticas y comestibles que así son para él), pero son de esos villanos que convulsionan y que no se olvidan.
En fin, tengo que colgar, mi cena me está esperando (insertar aquí sonrisa maliciosa de Anthony Hopkins mientras mira a la próxima víctima que matará haciéndosele la boca agua).
He visto al malvado sith Darth Vader de "La guerra de las galaxias", el horripilante Alex Delarge de "La narajanja mecánica", el anarquista nuevo Joker de "El caballero oscuro"... pues bien, este Hannibal Lecter creo que los supera (solo el Alien de Ridley Scott le podría hacer alguna competencia).
Hannibal Lecter es un psicópata, un asesino en serie sádico que se come a sus víctimas. Está preso, es fino y amante de las buenas maneras a la hora de hablar con la gente. Y educadamente asesora y ayuda desde su celda a algún que otro agente del FBI para que atrapen al enloquecido de turno que se asemeje al propio Lecter.
Y Lecter es un gran villano porque es como el demonio mismo: Atrapa cual mantis religiosa, es seductor, inteligente, carismático, sonriente, se hace interesante, parece sincero, apetecible, genera confianza (el otro malvado de la película: Bufallo Bill es detestable en todos los aspectos, tonto, cruel y loco. Pero Lecter parece por así decirlo... más cuerdo, más racional, más comedido y elegante), Lecter nos atrae... y luego pega la bocanada. Es entonces cuando es capaz de generar el efecto contrario: el miedo, el terror, la aungustia, la tristeza, el nudo en la garganta y el cague total. Él protagoniza las acciones más aterradoras. A Anthony Hopkins le basta una escena de un asesinato casi final de la película para que nos atemorice totalmente.
Con esto tampoco quiero ningunear al perturbado Buffallo Bill. Los dos son diferentes (Bill disfruta con el terror y la angustia que genera a sus víctimas, y Lecter disfruta con sus propias pasiones artisticas y comestibles que así son para él), pero son de esos villanos que convulsionan y que no se olvidan.
En fin, tengo que colgar, mi cena me está esperando (insertar aquí sonrisa maliciosa de Anthony Hopkins mientras mira a la próxima víctima que matará haciéndosele la boca agua).