Mis tres puntos van porque se agradece al menos el intento de hacer un film comercial de entretenimiento con acción... pero insisto, es un intento, no una realidad. Porque no es lo mismo hacer una cinta comercial digna... que una que en Estados Unidos sería pasto de los Razzies.

El caso es que el metraje comienza de manera bastante prometedora en cuanto a distracción se refiere. Nos mete en situación sobre esta banda de atracadores que se dedica a usar a la chica de la banda (una seductora Adriana Ugarte... pero a la que no le queda más opción que lucir palmito, ya que le toca un personaje descuidado, frívolo e infantil, con demasiadas actitudes inconexas y momentos bobos y pueriles que llegan a la vergüenza ajena) como cebo para atrapar a ricachones y luego desplumarlos. La banda además, en claro calco a la saga de "A todo gas" también se dedica a su amor por la velocidad y las carreras de coches ilegales (el personaje de Alberto Ammann es el de Vin Diesel... salvando las distancias, ya que el cachas norteamericano resultaba más creíble como intimidante pero carismático líder ladronzuelo).

Y siguiendo la estela de la franquicia americana, la banda resulta que se topa con un "buen tipo sorprendente" (nótese mi entrecomillado) que también ama la velocidad y las carreras interpretado por Álex González (que no puede estar peor. Se ve que toda su potencia actoral la dejó para "Alacrán enamorado", donde sí supo lucirse con creces) con el que el líder de la banda tendrá una relación de amistad con amor-odio. Todo muy en la línea de "A todo gas" y calcando esos momentos (que ya de por sí no eran muy destacables) entre los personajes de Vin Diesel y el fallecido Paul Walker.

Pero en "Combustión" se calcan con menos acierto. Y es que el libreto trata a sus personajes con tanta desidia y frivolidad que no logran interesar lo más mínimo. La falta de construcción y de precedentes en sus personajes hace que se tornen en algo de lo más inapetente. El líder de la banda es tópico, insustancial e incoherente (e interpretado con desgana), el "guaperas que lo trastocará todo" es un caprichoso unineuronal al que es imposible admirar o que nos resulte interesante (y también es interpretado con gran sosez). Y lo mismo se puede decir de la chica.

Y es que la trama, además de no edificar con dignidad a sus personajes, nos lleva por una historia que se desarrolla con desorden y vanalidad. Sus situaciones son estúpidas, su desarrollo descuidado y sin ningún sentido, sus diálogos (en susurros o acentos forzados) son bobos... y al final todos sus momentos parecen una sucesión de anuncios de perfumes (en la discoteca, anuncio de fragancia DKNY. Sobre la avioneta, anuncio de Giorgio Armani. En la cama con el magreo (momento alargado e innecesario, sin precedentes en la trama que nos hagan interesarnos por la historia de amor), anuncio de Giorgio Armani. En las carreras de coches, anuncio de AXE...), porque eso sí, todos salen muy guapos y perfectos físicamente... aunque no nos digan nada de nada con la mirada.

Lo único a destacar es una buena factura visual. Su fotografía no está mal... aunque tampoco resulta memorable. Pero Calparsoro tampoco cuenta con los tuneos o las localizaciones con las que contaron John Singleton o Justin Lin (se echan de menos esos modelos, luces, tunning y escenarios de "A todo gas 2" o "A todo gas: Tokyo Race"), ni tampoco cuenta con una descripción tan inmersiva y original de esas carreras de velocidad (que aquí incluso inducen al bostezo). La música por su parte también resulta un elemento prometedor en el largo, pero al final el metraje se satura en exceso de ella y resulta machacona.

En definitiva "Combustión" es una película difícil de aguantar hasta el final. Intenta ser la "A todo gas" española, pero ni siquiera llega a ese nivel. Con un desarrollo argumental sin pies ni cabeza y unos personajes abúlicos que en lugar de emocionar logran la somnolencia... poco se puede hacer.

Lo mejor: El poster de la película.
Lo peor: El guión.