Ultimamente la Disney no para de inventarse princesas de paises diminutos (y bastante odiosos) para sus pelícuas. Esta vez la trama trata de una princesa adolescente que tendrá que pasar una temporadita en la casa de su guardaespaldas y de su hija adolescente. Como es tradición en Disney, esta experiencia servirá a ambas para aprender las cosas positivas de cada una y para comprenderse mutuamente.

Hasta aquí todo bien ¿no?. Pues lo cierto es que todo es altamente previsible, lleno de estereotipos trasnochados, y narrado de una manera infantiloide y simplona a más no poder, con dialogos malos, pero malos malos (las frases no llegan nunca a las diez palabras seguidas)... pero cumple su función que es la de entretener a los niños. Ahora bien, la película no tiene ni un solo momento gracioso, ni imprevisible, ni realmente emotivo.

Típico telefilm del multicine... solo que para niños. Una lástima que Disney Channel haga tanta autopromoción de sus telefilmes y aliene a los niños a verlos casi por obligación por culpa de su publicidad devoradora.

Lo mejor: Que entretendrá a los niños mínimamente.
Lo peor: ¿Es que no han podido encontrar a actrices más parecidas fisicamente? (a veces se las confunde).